Es el lema de la nueva campaña de esta enfermedad que hace estragos en personas, cada vez, más jóvenes. Aún nos queda mucho por hacer. Pero se van dando pasos certeros, necesarios, para que la unión que debe de tener la sociedad, en este tema tan doloroso, sea una realidad en poco tiempo. Quienes hemos padecido la enfermedad no podríamos haber salido adelante sin la ayuda y empatía de muchas personas que nos regalaron unas notas de esperanza a partir de las cuales pudimos comenzar a construir una nueva vida. Y, aunque el miedo continúe adherido en nuestras mentes, la ilusión de vivir es tan inmensa que apenas nos dejamos amedrentar.
No es fácil trabajar en el voluntariado; la generosidad emocional y la entrega de cada persona es diferente. Y en el tema del cáncer es primordial tener un equipo valeroso, entusiasta, capaz de coordinar toda la Comarca y hacer sentir a los enfermos y familiares que siempre pueden contar con el apoyo altruista de la Asociación. Al frente está Susana Leruite, activa y resuelta, que se deja asesorar, escucha y dirige las actividades con gran diligencia. Incansable en su lucha por llegar a todos los lugares donde pueda aportar una nota de ilusión. Se sabe rodear de los mejores, hecho que no ha pasado desapercibido para nadie.
La ciudad de Antequera entrega el Efebo al colectivo AACC. De los doce que entrega, que todos son meritorios y bien otorgados, el del cáncer, sin duda, es el que más agradecimiento social despierta. Ese voluntariado no es cualquiera. Ven a diario el dolor físico y psicológico, a veces mucho peor de superar, de tantos pacientes que acuden en su búsqueda. Las personas capaces de entregar su tiempo y sus desvelos en una causa tan necesaria y triste son héroes, casi siempre anónimos, que necesitan el mundo para adecentarse.
El mejor Efebo de todos los tiempos al mejor equipo que podría tener esta ciudad. El aplauso colectivo para ese grupo de personas que elige compartir su tiempo con la angustia, la enfermedad y no pocas dificultades. ¡Enhorabuena!
