Con alegría inusitada celebré, hace escasas fechas, la publicación en el BOP de Málaga, del pliego de cláusulas administrativas para la concesión de servicios del transporte urbano de viajeros en nuestra ciudad.
Dicha alegría no es impedimento para que me salga la crítica seria hacia la dejadez, la desidia, el conformismo y el aguante, tanto de nuestros rectores de la cosa pública en Antequera, como de nosotros mismos, que hemos tenido, tenemos y ojalá no tengamos en un futuro.
Se nos debería caer la cara de vergüenza, a todos los relatados anteriormente, por continuar permitiendo la inexistencia de un punto de urgencias 24 horas en el casco urbano de la ciudad, pero si eso creemos que no está en nuestra mano –que si nos tiráramos a la calle, todos, veríamos si está o no en nuestra mano–, lo de aguantarnos con un servicio de transporte urbano, insuficiente, obsoleto, y para nada acorde con lo que pretendemos ser como ciudad, es de traca.
Antequera necesita que su hospital, el que se construyó a 3 kilómetros del casco urbano, esté permanentemente unido a la ciudad por medio del transporte público, 7 días a la semana, 365 días al año. Un 30 de octubre de 1999, publicaba nuestro semanario: “Se va viendo cómo mejoran los autobuses y los horarios, pero aún queda que aumentar los servicios en días festivos, así como construir una zona cubierta…”. 18 Años después, seguimos con lo mismo. ¡Gracias siempre!
