El 19 de mayo quedará en los anales de la historia local enmarcado de júbilo y felicidad. ¡Menuda campaña! Nos gusta unirnos para defender lo que creemos como propio, y se ha hecho con acierto, tiempo, alegría y constancia. Ha calado el anhelo y la certeza de que era posible conseguirlo. Está a un paso de hacer de Antequera un lugar universal, y Los Dólmenes, durante muchos siglos dormitando en sus alrededores, han decidido que ha llegado el momento de hacerse notar, de agradecer a la ciudad el haberlos cobijado tantos siglos, de darlos a conocer y otorgarles la importancia que tenían.
Y el mundo se rinde ante estas maravillas donde el trabajo del hombre y la naturaleza se ensamblan por arte de magia. Y esa magia vive en ellos y nos transporta a historias pasadas y presentes, a poder comprender la importancia de esta Ciudad en el pasado, presente que vive a tope y un futuro que está por llegar y trae los mejores augurios.
Y este patrimonio que nos enorgullece y emociona tiene que decirle a toda su gente, a sus antequeranos y comarcales, que se prepare con el mismo esmero porque van a tener que compartir sus tesoros con gentes venidas de más cerca y lejos, de distintas culturas, y probablemente, continentes. No sé si hará falta otra campaña paralela para que todos comprendamos la importancia de lo que se nos viene encima.
De momento, nos ilusiona muchísimo saber que se habla de nosotros para bien, para nuestro enriquecimiento cultural y, a medio plazo, económico, para abrir una ventana más grande y fértil que nuestra Vega, que ya es decir, al mundo y para reconocer universalmente la importancia que la prehistoria supo darle a Antequera. Felicitaciones al señor Alcalde, a su equipo, a Bartolomé Ruiz, que ha engrandado su nombre en esta tarea y en la dirección del conjunto arqueológico.