Mientras escribo este artículo, España ha llegado al record de muertes por coronavirus, a lo más alto en esta tercera ola, 724 personas con nombres y apellidos, con familias, amigos, vecinos, padres, madres, hijos, así que, ¿de qué estamos hablando?
Me quedo atónita cuando alguien dice que la actividad no esencial se reanude antes de los catorce días en Málaga y esta petición la hace el consistorio, el alcalde, pero ¿de qué estamos hablando? Un enfermero del Regional grita en redes que ya no pueden más, que están atendiendo a familias enteras contagiadas.
Estamos pendientes de las vacunas aunque llegar al verano con el 70 por ciento de la población vacunada sería bonito, es un sueño, no tenemos suficientes vacunas para eso. Podemos abrir estadios, iglesias, centros deportivos gigantescos, pero ¿dónde están las vacunas? Tendríamos que multiplicar por siete el actual ritmo de vacunación. Aún sin interrumpir este ritmo y vacunando hasta la última dosis, al final de Marzo solo se habrá vacunado a 3’6 millones de personas Ya ven que pocas, porque para inmunizar al 70 por ciento de la población hay que inmunizar a casi 33 millones de españoles. Y no olvidemos que son dos dosis por persona.
Oyendo a los expertos se deduce que los negociadores europeos de la compra de la vacuna lo han hecho fatal, por lo visto no están acostumbrados a negociaciones de este tipo, son más del tipo teórico que del practico. ¡Vaya por Dios no están acostumbrados los miembros de la Eurocámara a lidiar con una pandemia. Nosotros tampoco. Transparencia.
Luz al final del túnel, muy largo el túnel, mucho desbarajuste e inconciencia. Si nos sentimos mejor podemos cerrar los ojos y mirar para otro lado o decir burradas para salir en la tele y hacerse viral o youtuber y así te vas a Andorra.
Claro que hay hastío pandémico, cansancio, estrés, y es que la incertidumbre es tremenda, cada uno desarrollamos una tolerancia diferente. Y claro que sí, el factor económico es una pesada losa. Dicen que nos mantengamos positivos. Pues vamos a ello.