Hay bullicio de verano en la playa que bajo mis pies se abre como un camino infinito. No demasiados niños en la arena, aún hay cole. Ya veremos a partir de San Juan.
No es cuestión de banderas, elemento impenitente en toda película hollywoodense que se precie, es mucho más que eso, pues es creencia, personalidad, carácter y buen hacer, lealtad al pueblo y para el pueblo. Por esos los votamos. Después de ver los “cambios” del PP me da la risa. Siempre he mantenido y mantengo que cualquier acción que no tenga una base real, que no se sostenga en una realidad creíble, se vendrá abajo al mínimo soplo. Cuando contemplo tras Pedro Sánchez una gigantesca bandera de España, deliro.
Un país, es mucho más que una bandera, un escudo o un himno o unas ganancias que repartirse a costa de los más débiles. España somos los millones de personas que la poblamos. España es ese espacio querido que, muy a pesar nuestro, entra en mercaderías viles y políticas sucias se llamen como se llamen. ¿Mayorías? Eso no sucederá. Pluralidad aplaudo. Así cuesta más gobernar un país, por eso me alegro.
La incomodidad te vuelve más ágil de mente y cuerpo, te hace pensar a la fuerza y te obliga a solucionar y te levantas. No quiero seguir atada más años a un plasma, a la corrupción o a gente rara y cobarde que siempre está huyendo para no dar la cara. Maniobras electorales a la desesperada veo, capto. Eso lo saben hasta las hormigas. Nos asusta con la izquierda radical y otros monstruos.
Uh!! Vaya que miedo! Se me ponen los pelos de punta. Jajajajaja!! No se me pueden poner tiesos! Tengo el pelo rizado como no use fijador y aún así seguiría en mis, bueno en sus trece. En fin, el mar me llama y estando aquí en Torrox, en éste mi feudo, que los malos no pudieron arrebatarme, es un pecado mortal no disfrutar del oleaje tanto como de la calma.
CARMEN RAMOS