Cuando no hay un euro, cuando las administraciones públicas y grandes marcas no aportan lo que prometieron, cuando no tienes dinero para fichar… te acuerdas de la gente de casa.
Lamentablemente, el valor local cuesta mucho tenerlo presente. Nos gusta más lo de fuera, que lo de dentro. Es algo no sólo propio de Antequera, sino supongo de todos sitios. En el Deporte, un claro ejemplo.
Mañana en El Maulí, será el último partido del Antequera en esta temporada en casa. Quizá para muchos jugadores, ya que año tras año, se divaga sobre el futuro de muchos jugadores de la plantilla, incluso del cuerpo técnico.
Tras el buen juego de la pasada campaña, reteniendo a la columna vertebral, con el fichaje de Óscar, comenzó una temporada esperanzadora, de la que presumíamos iba a dejar una grata trayectoria. Pero se fue complicando. La enfermería plagada de centrocampistas, la recaída de Toni, las salidas de Gallego y Óscar, la lesión de Cristóbal…
Pero a pesar de todo, hemos llegado a final de temporada, salvando la permanencia sin depender de nadie. Es el año que mayor conjunción comarcal ha habido dentro del vestuario, con el esfuerzo de todos y con un entrenador, Vicente Ortiz, que lo ha dado todo. Tiene conocimientos y experiencia para dirigir un equipo en categoría superior, y a veces, parte de la grada o no lo ha valorado o se ha callado.
A todos los que habéis hecho posible esta temporada… GRACIAS. No sabemos lo que vendrá el año que viene, pero entre todos, lo habéis conseguido. Y, como he mantenido en los buenos y malos momentos, GRACIAS a #theonlymister Vicente Ortiz.
