Sólo tenemos una cosa más que segura en vida, y ésa es la muerte, es segura, no tenemos que preocuparnos sobre cuándo llegará, nos visitará y pondrá punto y final a nuestra vida terrena. ¿Vamos a esperarla sin hacer nada, sin vivir, sin amar, sin reír, sin llorar? ¿Más preocupados por el de enfrente, por el otro, por el qué dirán…? ¡Vivamos, vivamos el hoy, el presente, el ahora, que si la muerte es segura, los momentos que dejamos pasar sin saborearlos, esos no volverán, y eso si que será una verdadera lástima… la muerte es segura!
Se nos presentan en nuestra vida, multitud de oportunidades de aprovecharla, de disfrutarla, de hacer las cosas que nos gustan, de rodearnos de personas que nos quieren y a su vez queremos… en eso hay que gastar las energías, las energías y el dinero, el dinero que ganamos con nuestro trabajo… la muerte es segura.
Desmitifiquemos el momento en el que dejaremos este mundo y vivamos, vivamos como si no hubiese un mañana, con cabeza, eso sí, pero con intensidad, con pasión con riesgo, arriesguemos a hacer las cosas que nos llenan… que la muerte es segura.
Quedémonos con los momentos, saboreemos las circunstancias que rodean los encuentros, los viajes, las visitas, las tertulias, los abrazos… que la muerte es segura.
No nos arrepintamos de no haber hecho algo que deseásemos en un momento determinado, los pensamientos que vienen detrás son peores que si lo hubiésemos hecho… no perdamos el tiempo, ese no vuelve, pero la muerte es segura.
Y cuando alguien que queremos se nos va de nuestro lado, podremos decir que lo hemos disfrutado, que hemos hecho lo que querríamos hacer juntos, no nos quedemos con la sensación de no haberlo intentado. ¡Vivamos!
¡GRACIAS infinitas a todos los que nos acompañaron y lo siguen haciendo, en los momentos ingratos en que alguien que queremos se nos va de nuestro lado. Habremos perdido, pero a la vez habremos ganado. GRACIAS SIEMPRE!