Estoy convencida que la remodelación del Parque va a ser bastante atrayente para la ciudad y tantos foráneos que nos visitan. Y aunque es cierto, que cada vez que se inicia un cambio en la ciudad de importancia salen pros y contras que amagan un poco las ilusiones primeras, no hay que dejarse amilanar porque los comentarios suban de tono, que si no es el momento… que el dinero hace falta en otro sitio… y no se deja de tener razón, pero hay que cumplir con el destino para el cual se ha liberado las partidas presupuestarias, con independencia de su procedencia.
Esta zona de la ciudad está un poco olvidada y desaprovechada, con un bello marco que servirá de escaparate de ocio y negocio para la población y visitantes. Se llenará de bullicio y vida, y los domingos podrá llenar el vacío que dejan el cierre de los establecimientos tradicionales. Dar una vuelta por Málaga y pasear por el Muelle Uno, basta para darse cuenta de que el progreso ha de seguir y convivir con otro tipo de necesidades, el consumo y la actividad repercute afortunadamente en todos. Y, además de hacer de aquel lugar casi olvidado un espacio encantador, ha descubierto todas las posibilidades de belleza y riqueza que tiene, y aquello es un hervidero.
Cuando Jesús Romero, comenzó a cambiar esta ciudad por completo, hubo voces duras y críticas tanto entre sus adversarios como afines de que todo el dinero se gastaba a su criterio y en la misma dirección. Por fortuna no hizo caso y Antequera está preciosa y remodelada con gusto y acierto, incluso sus zonas más deprimidas han cobrado luz, color y encanto. Así que todo lo que contribuya a mejorar los espacios, enriquecer, atraer, tiene que recibir la bienvenida por parte de todos, sin olvidar ni un minuto que la oposición tiene la obligación de controlar y fiscalizar la actuación del que gobierna. Pero en proyectos donde gana la ciudad entera, el apoyo debiera ser unánime porque seguro que todos vamos a estar juntos disfrutándolos. Es la guinda que le faltaba al pastel.
