En este decimocuarto domingo del tiempo ordinario, el evangelista Lucas nos narra el momento en el que el Señor designa a setenta y dos personas para ir a llevar el mensaje a todos los pueblos. Tal y como ocurre en el resto de pasajes bíblicos, el número setenta y dos no es escogido libremente, sino que corresponde a la cuantía de pueblos paganos existentes, y por tanto, el Señor designa esta cantidad de “obreros” para ir a trabajar la “mies” en todos estos lugares.
Nos encontramos ante un evangelio que tiene un claro fin vocacional. El Señor nos tiene preparado a cada uno de nosotros una misión, una vocación. Él nos llama para evangelizar desde una misión concreta. La vocación es lo que estamos llamados a ser. Es por eso que, debemos estar atentos a su llamada y atenderla. Y ante ello, no tener ningún miedo a dejar atrás nuestra alforja, ya que hay que desprenderse de todo aquello que no nos ayude a conseguir el fin que tenemos establecido.Puede parecer, cuando hablamos de vocación, que sólo ésta corresponde al ente religioso y consagrado, es decir, parece que hablamos de la vocación como vocación exclusivamente para religiosos que consagran su vida al Señor (sacerdotes, monjas y monjes, frailes…).
Pero ciertamente, estamos muy equivocados: todos tenemos una vocación, ya que todos estamos llamados a ser algo en este mundo donde se necesita la mano de todos para hacer realidad el Reino de Dios en nuestro día a día. Maestros, albañiles, panaderos, electricistas, periodistas, administrativos… todos hemos recibido la vocación, y también desde nuestro día a día, desde nuestro ser, podemos llegar a evangelizar con gestos, con obras; no sólo de palabra: al final las obras y los hechos son el mayor ejemplo que podemos dar a nuestro prójimo.“La mies es mucha y los obreros, pocos”. Y, ahora, te toca a ti estar atento a la llamada de Señor, ser lo que te pide que seas para que, con tu mano, hagas realidad tu misión de evangelización, ésa que ahora te toca seguir a ti también, en los momentos buenos y en los menos buenos. Ahora, también, tu misión continúa.