Los cristianos estamos llamados a predicar el Evangelio. Esta tarea la podemos hacer de muchas maneras y utilizando diferentes medios, ¿y qué es la tecnología sino un instrumento adicional que podemos utilizar para llevar el mensaje de amor y vida de Cristo? San Pablo ya utilizaba la tecnología cuando escribía sus cartas. La llegada de internet y de los teléfonos “inteligentes” ha transformado nuestra experiencia social y a través de ellos podemos llegar a cualquier rincón del planeta con sólo un clic.
Las redes sociales son plazas públicas y pueden tener una audiencia masiva. Es evidente que en las redes sociales se dicen tonterías e incluso hay gente que tiene conductas peligrosas, pero también reflejan la sed humana de vínculos con otras personas, de amistad, de estar cerca de otras, por eso es muy importante hacer un buen uso de ellas ya que a través de ellas podemos transmitir lo mejor o también lo peor.
Tenemos la posibilidad al alcance de la mano de hacer la oración con infinidad de libros y documentos. Hay infinidad de aplicaciones para móviles muy versátiles ideales para evangelizar y practicar nuestra fe con las que podemos compartir, rezar y formarnos. Un ejemplo de ellas pueden ser iPieta que tiene gran variedad de recursos católicos, Laudate, iBrevary, Oración para niños, Juego Católico (es una especia de Trivial con preguntas sobre dogmas de fe, historia y personas bíblicas,…), Rezar en el Metro (yo esta aplicación es de las que más utilizo porque tiene audios sobre meditaciones actuales basadas en algunos pasajes del Evangelio y me resultan muy cercanas y actuales).
Además de aplicaciones también hay muchos blog y páginas web que nos acercan a Dios y nos pueden ayudar a formarnos: Aciprensa, Aleteia, Píldoras de fe, Jóvenes Católicos, Católicos en Acción, Catholic.net y por su puesto Vatican.va. Todas ellas también aparecen en redes sociales; quizás la más frecuentada sea facebook, donde podemos encontrar a diario multitud de vídeos, noticias, artículos que nos puedes ayudar a mantener el fuego de la fe ardiente y ampliar conocimientos acerca de Jesús y la Iglesia. Todo esto está fenomenal y es perfecto para la vida tan ajetreada que llevamos, pero no olvidemos que el Señor nos espera todos los días en el Sagrario, sólo en Misa podemos tocarlo realmente.
Encarni Álvarez