sábado 23 noviembre 2024
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Llovido del cielo

El agua está presente en la Biblia en diferentes ocasiones y con significados distintos. El Diluvio Universal es una de estas apariciones. El relato del Génesis tiene mucho parecido con el que se halla en la primitiva literatura mesopotámica. En ambos, la razón de la catástrofe natural es la maldad del hombre, sólo se salva una persona o familia elegida por la divinidad y concluyen con una alianza. Lógicamente, en el Génesis la divinidad es el único Dios verdadero, no el elenco politeísta de los babilonios.
 
 Ante la violencia y la maldad que proliferan entre los hombres,  Yahvé se siente decepcionado y decide, como castigo, exterminar la vida sobre  la Tierra. Por lo tanto, la inundación tiene un carácter universal. Sin embargo, debemos entender que quedó limitada a la zona mesopotámica. El Todopoderoso, sin embargo, salva a Noé, por ser un hombre justo. Le ordena que construya un arca, en el que se refugiarán él, su familia y al menos una pareja de todos los animales. De esta forma, una vez cesado el diluvio y seca la tierra, la vida continuará en el planeta. Vemos un nuevo comienzo de la humanidad, descendiente íntegramente de Noé.
 
Llama la atención que lloviese cuarenta días y cuarenta noches. El número cuarenta, junto con el siete o el tres, es uno de los guarismos simbólicos bíblicos. Así, cuarenta fueron los años que Israel peregrinó por el desierto y los días que Moisés permaneció en el Monte Sinaí, que Jesucristo ayunó en el desierto y que dura la Cuaresma.
 
Cesan las lluvias, la tierra se seca y el patriarca sale del arca con su familia y las parejas de animales. Tienen el mandato divino de ser fecundos y repoblar la Tierra. Noé construye un altar y hace una ofrenda a Yahvé. Este, entonces, bendice a él y a sus hijos, y pone a disposición de ellos la Tierra y todo lo que tiene. Digamos que el hombre es restaurado en su condición original de cumbre de la Creación. Pero las circunstancias ya nunca volverán a ser las iniciales del Edén: los hombres lucharán entre sí y contra los animales, sin que haya paz hasta el fin de los tiempos.

Dios establece una alianza con el patriarca, su descendencia y todos los animales, que consiste en que en el futuro nunca más mandará un diluvio para exterminar la vida. A diferencia de la posterior alianza entre Dios y Abraham, que se limitará a éste y su descendencia, y cuya señal será la circuncisión, esta alianza abarca a todo ser vivo. La señal es el  multicolor arco iris, que Yahvé pone en el cielo nublado. Cuando hay nubes, se hace visible este arco y Dios recuerda su alianza con toda criatura viva, impidiendo que se produzca otro diluvio exterminador. 
Por último, querría señalar que el relato del diluvio dota de una explicación religiosa a dos fenómenos naturales: las grandes  lluvias que ocurrieron en Mesopotamia hace varios miles de años y el espectacular arco iris.
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