Prácticamente imposible es repasar en este breve espacio 125 años de historia desde que la Beata Madre Carmen del Niño Jesús viviera el tránsito hacia la vida eterna. Una efemérides que a lo largo de todos estos años no ha permanecido inerte, sino todo lo contrario. Antequera ha sido testigo de cómo desde su niñez hasta ahora, muchos años después, su legado de entrega y servicio a los demás sigue vivo y latente. Es una unión inseparable que repasamos a través de nuestras páginas. Así fueron los aniversarios de su 25, 50, 75 y 100 años desde su fallecimiento.
En 1924 se realizó un importante programa de actos en Antequera que tuvieron como celebrante principal de los mismos, al ya hoy San Manuel González, entonces Obispo de Málaga –como datos, se hospedó en casa del también Beato Enrique Vidaurreta, entonces sacerdote–. Para que pudiera asistir, se trasladaron los actos principales de dicho aniversario, al 16 y 17 de noviembre.
Los 25 años de su muerte quedaron reflejados con grandes actos, desde su recibimiento con una solemne misa a la parte más destacada, una ‘Velada Necrológica’ en la iglesia donde se reflejaron distintos momentos de su vida, así como, entonaron himnos y proclamaron versos. A su término, inauguraron una exposición histórico-pedagógica sobre el desarrollo de la Congregación. Al día siguiente, solemne misa funeral, de nuevo con lleno en la iglesia de la Victoria.
50 aniversario con placa donde nació
Desde “Los cuatro Cantillos” hasta la plaza del Carmen llena la calle de ciudadanos, dicen nuestras páginas, en la entonces Cuesta de García Sarmiento –hoy Cuesta de los Rojas– con toda Antequera apretada para estar presente en el momento de la bendición y descubrimiento de la placa colocada en la casa donde nació la Beata Madre Carmen.
Este periódico hizo un recorrido exhaustivo de este momento, reproduciendo el discurso al completo ofrecido por el entonces alcalde Francisco Ruiz Rojas. Le acompañaron diversas autoridades, entre ellas el canónigo de la Catedral, Justo Novo, quien presidió la misa funeral de dicho 9 de noviembre de 1949, año de los 50 años de su fallecimiento que se vivieron con un triduo en el convento de la Victoria. Se encargó de descubrir la placa, Teresa de la Cámara, en representación de los familiares de Madre Carmen. Terminando entre declamaciones, aplausos y poesías con la intervención de la Banda Municipal dirigida por el maestro Mohedo. Esta placa, cabe decir, se sufragó por un antiguo alumno del Colegio de la Victoria y dado su estado con el paso de los años, fue sustituida por otra nueva en el mismo sitio, en el décimo aniversario de la Beatificación de Madre Carmen en 2017.
Como apuntes de su magnitud en sus diferentes casas en España y América, desde la Casa de Madrid se editó “una tarjeta postal conmemorativa, composición de una monjita antequerana”.
En busca de la sabiduría, por su 75 aniversario
Nuestras páginas, tan repletas de los actos de aniversarios y demás celebraciones de la Congregación de las Hermanas Franciscanas, fue bastante escueto en la celebración de los 75 años de su fallecimiento, en 1974.
En ellas se recoge, sólamente, el libro editado en Madrid que se publicó por tal efemérides. “En busca de la sabiduría” es la obra escrita por sor Dolores Artacho donde en sus 96 páginas recorre su biografía, pero también con relatos que llevan a la reflexión en el día a día.
Un centenario con la ciudad volcada
Sin darnos cuenta llegamos a 1999. Se cumplen 100 años del tránsito de Madre Carmen y ya se respiraban en sus colegios, sus conventos que pronto debía llegar una buena nueva. Se tuvo que esperar hasta 2007 para verla proclamada Beata, pero en dicho aniversario se realizó un vuelco importante para conseguir esa certificación de milagro por su intersección.
A lo largo del año hubo convivencias, conferencias, reuniones, actos, visitas especiales al Convento de la Victoria que culminaron en el 9 de noviembre. A las 12 del mediodía repiques de campanas en todas las iglesias de la ciudad y celebración en sus colegios, con suelta de globos, palomas y cantos alegres y vivos entre sus alumnos.
Por la tarde, la iglesia se quedó pequeña para acoger la función religiosa presidida por el obispo Dorado Soto con participación de la Coral María Inmaculada, descendientes de Madre Carmen, alumnos y profesores de distintas épocas, que no quisieron perderse esta efemérides.
Recuerdos de la ‘Velada Necrológica’ celebrada en la iglesia de la Victoria el 16 de noviembre de 1924
Hace 100 años que en la celebración de los 25 años del fallecimiento de Madre Carmen se organizaron unos actos con gran boato y participación.
La ‘Velada Necrológica’ nos parece importante destacar porque en ella se realizó una gran apuesta por la religiosidad y fama de santidad de Madre Carmen a través de distintas composiciones realizadas por distintos sacerdotes y autoridades religiosas. Nuestras páginas reproducen días después, en la edición del 30 de noviembre, la fantasía poética declamada por el capuchino Gonzálo de Córdoba que estaba al frente del Colegio Seráfico de nuestra ciudad. Unas letras que tras pronunciarlas contó con gran ovación y que se centran en ese momento del tránsito de Madre Carmen con San Francisco de Asís mostrándole el camino hacia el Padre.
Un centenario que puso el acento en la fama de santidad que terminó en 2007 con la beatificación
Debemos señalar la fecha del centenario de la muerte de Madre Carmen, el 9 de noviembre de 1999 como esencial para el devenir de los años siguientes para llegar a la Beatificación.
Existió una unión firme entre todas sus casas y muy especialmente, entre sus devotos que en dicho día, llenaron la iglesia para presidir la solemne función que se le dedicó. Fueron unos pequeños pasos que se fueron sumando y uniendo. Antequera, su ciudad, también dio muestras de ello, teniéndola siempre presente en sus distintos rincones y con ese precioso repicar de campanas que unidas demostraron que esa santidad entonaba un camino que esperemos, más pronto que tarde, sea toda una realidad. Sería la primera Santa para Antequera y con ella, un reconocimiento deseado, digno y esperado por todos.