Nuestras páginas se llenan de luto esta semana al escribir sobre el fallecimiento de nuestro director, Ángel Guerrero Fernández, que entregaba su alma a su Socorrilla que lo llevó en brazos hasta el Padre, el miércoles 16 de noviembre.
Entregado para siempre en cada uno de los trabajos que ha tenido, Ángel ha demostrado pasión en cada una de las cosas por las que trabajó, ya fuera en el campo, en la Subsidiaria de Campsa, el Servicio Nacional del Trigo, Diego Fernández Carneros en Zaragoza en la fábrica de Pikolín, con sus tractores en John Deere, en la Caja de Ahorros de Antequera –así sería siempre para él– en Radio Antequera o este periódico por el que luchó tanto desde la muerte de José Muñoz Burgos hasta ser su director desde 1982.
Pero con eso no bastaba, inquieto, queriendo dar siempre sin recibir nada a cambio, Ángel estaba entregado al Periodismo que amó desde el primer momento, sabiendo transmitir esa vocación a todo aquel que trabajaba a su lado. Ya fuera en Radio Nacional de España, Diario Sur, Agencia EFE y otros muchos medios de comunicación que han tenido la gran suerte de contar con él.
¿Quién no recuerda esa voz en la radio cada día para dedicar un disco que por aquella época él mismo se compraba? ¿Quién no lo ha visto más de una vez con su chaqueta blanca presentando a grandes artistas en Feria? ¿O quién no ha cantado las alineaciones del Antequera en El Maulí a la vez que él? ¿O quién no ha rezado a sus titulares con palabras de este gran pregonero? ¿Quién no ha disfrutado con esos ‘repasos’ a quien hiciera falta para que Antequera fuera lo que es hoy? Y es que Ángel era ante todo entrega por aquello en lo que creía, que era Dios y Antequera.
Despedida el jueves 17 de noviembre
Brillaba el sol más que nunca en un cielo donde las nubes se escondieron para que se sigan cumpliendo aquellas palabras del Infante Don Fernando.
Su despedida fue en la iglesia Mayor y Colegial de San Sebastián en la tarde de este jueves 17 de noviembre, pero antes paseó por Antequera, despidiéndose de La Peña, rodeando sus Dólmenes, mirando hacia El Torcal, pasando junto a Santa Eufemia y la Beata Madre Carmen, mirar hacia su pórtico del cielo y llegar frente a frente a su Mayor Dolor.
En San Sebastián estuvo, rodeado de un silencio respetuoso cargado de agradecimiento por todo lo dado a amigos y familiares que se dieron cita en su último adiós.
El arcipreste padre Antonio Fernández presidió la celebración junto al padre carmelita Antonio Jiménez, el salesiano Miguel Montes y el padre Juan Pablo Jiménez. Señaló en la homilía que fue una persona que vivió con pasión su amor a Dios y Antequera, tal y como demostraron las numerosas notas, cartas, correos, telegramas, llamadas, mensajes, condolencias llegadas de toda España, así como los 37 dedicatorias que a modo de flores le rodearon.
Agradecemos en nombre de su familia y de todos los que componemos este semanario, las muestras de cariño recibidas. Pero muy especialmente damos las gracias a Él, a Ángel, a nuestro querido director: tanto amó a Antequera que Antequera le rendirá amor para toda la eternidad.
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