Antequera cuenta con una asociación específica para mujeres mastectomizadas, ellas se definen como guerreras en la lucha contra el intruso, que es el cáncer. En 2004 vieron la necesidad de tener un recurso específico de cáncer de mama al que acudir.
Hablamos con Carmen Acedo, secretaría de la Asociación de Mujeres Mastectomizadas y Antonio Domínguez, técnico de la misma. “Te quita casi un año de tu vida”, empezaba Carmen antes de explicar lo que es la asociación: “Aquí estamos para asesorar, ayudar, tranquilizar e intentar quitarle algo de hierro a una enfermedad dura que está por venir”.
Sigue existiendo el miedo a las asociaciones: “Cuando se va a las asociaciones no saben lo que se van a encontrar. Intentamos que el duro camino sea un poco más llevadero, el cáncer sigue siendo una enfermedad estigmatizada”, expone Antonio.
El primer contacto con las mujeres que llegan es complicado: “Hablamos más de positividad, porque lo negativo ya está dentro que es el cáncer, lo llamamos el intruso”. Para Carmen lo más difícil es “cuando una persona no sabe pedirte la ayuda, porque no sabe lo que necesita”.
Los objetivos principales de la asociación se sustentan en cuatro pilares: informar y asesorar a las personas afectadas; acompañamiento tanto a las afectadas como a la familia: “El impacto emocional para los familiares puedes incluso más grande que para las personas que tienen la enfermedad”; asistencia psicológica, social, personal: “Actuamos como enlace entre la persona afectada y el servicio de salud”; también ofrecen formación y voluntariado.
Durante el año realizan campañas de sensibilización e información, la más importante es la que gira en torno al 19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama. De forma esporádica organizan charlas, encuentros, talleres, dando especial relevancia al trabajo en red con otras organizaciones.
Entre los servicios que ofrecen a las asociadas, con el objetivo de mejorar su calidad de vida están por un lado, el servicio de alquiler de pelucas, tras un acuerdo con la Fundación Svenson; y también, en la cuota de socio de 60 euros anuales se incluyen las sesiones de fisioterapia que necesiten, con una especialista en tratamiento en oncología mamaria.
Proporcionan asistencia directa a diez personas e indirectamente ofrecen sus recursos a unas treinta. Antonio cuenta que ahora pasa algo que hace diez años era impensable: “Ahora el propio Hospital deriva casos a las asociaciones”. La reunión semanal la hacen en la Casa de la Juventud de Antequera los martes a las 17,30 horas y está abierta a todo aquel que esté interesado. “Los primeros en dar el paso para hablar con nosotras suelen ser los familiares”, nos cuenta Carmen.
Destacan que son “una asociación muy casera, muy cercanos, no estamos todo el día juntos, pero sí tenemos mucha conexión”. Para cualquier persona que esté interesada en pertenecer a la asociación: “lo único que hay que hacer es llegarse a nuestra sede o llamarnos por teléfono, siempre que hay una nueva paciente intentamos estar las máximas”.
Afrontan el futuro “mucha ilusión”, porque lo ven “más nítido” y la gente está respondiendo.
Carmen pide a las mujeres que tengan dudas en ir a la Asociación que
“no duden, dar el paso es lo más importante y van a salir de hablar con nosotras con una sonrisa en la oreja”.
Más información, edición impresa sábado 28 de abril de 2018 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).