Por supuesto que muchos echamos de menos, y lamentamos, la entidad de equipos que visitan El Maulí, tras haber jugado con el Rayo, el Albacete, el Málaga, el Córdoba, el Lorca, el Sabadell y tantos equipos de categoría, pero lo que hay es lo que hubo, “echó del campo” a muchos aficionados, hastiados por unas campañas espantosas como las últimas. La directiva, a quien ahora aplaudimos, y el entrenador a quien lo mismo, se dieron cuenta de que había que empezar de cero, experimentar, buscar en la cantera y en los equipos modestos de los alrededores, quienes se fueran labrando un sitio como el que corresponde al historial verdiblanco.
Dicen que nada hay nuevo bajo el sol, y ese dicho se cumple con sobra en este caso: en los primeros partidos, menos gente y, sobre todo, menos aficionados veteranos; hoy, vuelta de muchos de ese veteranos y, lo que aplaudimos, muchísima gente joven que animados por ver a sus amigos, acude cada vez en mayor número. Allá por los años 50-60, pasó igual: la directiva tuvo que acudir a la cantera local y “tirar” de Berrocal, Segovia, Mery, Juani, Chico, Mena y Chaves, que son los que aparecen en la foto. Observen el lleno de las gradas que daban al “llano del Cuartel”. Esos llenos, que se basaban en los grandes partidos que daban nuestros jóvenes paisanos, unos llenos de clase como Juani y Mena, otros de una fortaleza ejemplar como Mery y Berrocal, otros de un valor espartano como Chaves y Chico a la hora de enfrentarse a las duras defensas visitantes, hacían vibrar El Maulí, como el otro día vimos hacer a la afición ante el Churriana.
No importaba la “endeblez” del rival en comparación a esos equipos antes mencionados; lo que importa eran las buenas jugadas, la magistral actuación de un “Hugo” Narbona en un buen momento, que puede y debe mantener a base de “creérselo” y de jugar como juega; la seguridad defensiva con Lara de “seguro” tras la defensa; las jugadas de Fran, Chato y compañía, están recuperando esa afición perdida hace poco.
La directiva y los técnicos se la han jugado contra muchos comentarios adversos, por la juventud. Pues está acertando de pleno, aunque haya “fugas” que lamentamos. Pero nos acordamos de aquellos viejos tiempos como los de la fotografía de Guerrero.
