Perder una pierna nunca fue un obstáculo para seguir disfrutando de lo que más le gustaba. Carlos Rui, lo tuvo muy claro cuando en 1986 se vio en el Hospital Carlos de Haya de Málaga, tras sufrir un accidente con una moto, sin su extremidad inferior izquierda: cuando se recuperara viajaría con su mujer por todo el mundo hasta darle la vuelta al planeta. Y tres años después así lo hizo. “Fue como el fin de una rehabilitación”, comenta satisfecho de haber realizado aquel proyecto.
Ahora disfruta de una práctica deportiva que tenía algo abandonada tras el accidente y de un idilio con el ejercicio adaptado que va de la mano con el nacimiento del programa “Antequera Intregra”, puesto en marcha por el Patronato Deportivo Municipal (PDM) hace seis años. Tenis de mesa y natación fueron dos de las modalidades que practicaba, pero esta iniciativa también daba la oportunidad de probar un deporte poco habitual: tiro con arco. Y Carlos no se lo pensó dos veces. “Empecé con los de iniciación, me gustó y después de primer curso me compré un arco para mí. Me federé al año siguiente y fui subiendo de nivel”, recuerda.
Primeras medallas
No pasó mucho tiempo hasta que llegaron los primeros éxitos. En febrero de 2012 la localidad gerundense de Palafruguell acogía el VIII Campeonato de España de Tiro con arco en sala Adaptado. Carlos se presentó relajado, con la tranquilidad de ser un debutante en una competición estatal. Finalizó la primera jornada segundo y cerca del líder, pero el ‘vértigo’ de verse luchando al día siguiente de tú a tú contra un arquero con experiencia internacional le pasó factura y acabó con la medalla de bronce, “pero como era la primera vez acabé muy contento”, asegura.
Desde el primer momento, en el programa “Antequera Integra” se dieron cuenta de las capacidades de Carlos para poder competir en cualquier disciplina, y le propusieron probar con el atletismo .“¿Por qué no vas y corres?”, le preguntó la responsable, Toñi Arroyo. Carlos, al comienzo no lo vio muy claro, pero con el tiempo la idea fue calando en su cabeza. “¿Y por qué no corres? ¿Has probado?”, se preguntó a sí mismo. Y dicho y hecho. Se presentó el gimnasio del Club Matagrande y se subió a la cinta. Primer día: un kilómetro y agarrado al aparato. Segundo día: otro kilómetro, esta vez suelto. Días después estaba en la Carrera Urbana por la Integración de Málaga. “Quedé primero, pero me costó muchísimo”, admite satisfecho sobre una prueba que ha ganado varias veces en su categoría.
Y si el tiro con arco le empezó a dar las primeras alegrías, y el ‘running’ le mostró que con fuerza de voluntad y entrenamiento podía superarse a sí mismo, el esquí le permitió recuperar viejas sensaciones. “Ha sido un deporte que desde muy joven me ha gustado mucho y toda mi familia está muy relacionada con el esquí”. Como admite, lo tenía un poco olvidado, pero hace tres años realizó un curso en Sierra Nevada, esquiando apoyado sólo en una pierna y usando bastones con estabilos. Disfrutaba y se sentía a gusto, pero acababa muy cansado. Todo cambió cuando en el Club Deportivo Estabilos de la cuidad nazarí le animan a formar parte de ellos y a normalizarse. Es decir, que cogiera una de sus prótesis, la adaptara a una bota y “con los dos equís como los demás”. “Es otro mundo”, relata. Ya en 2014 acabó octavo en una competición nacional, y viendo que este año estaba mejor preparado volvió a probar en el Campeonato de España. Nueva medalla de bronce nacional con un añadido: Campeón de Andalucía.
Nuevos retos
Aventurero por naturaleza, el Mejor Deportista Antequerano de 2015 no se iba a quedar sólo ahí. ¿Otro deporte? Sí, la orientación. Asegura llegar “por casualidad”, después de que en el PDM le incitaran a participar en el Campeonato de España de Orientación que se celebró en Antequera el pasado año. “No tenía ni idea de cómo iba”, admite sin complejos sobre una disciplina en la que fue llegar, ver y vencer. Y es que, del centenar de participantes, sólo un quinteto lograron acertar todas las balizas que debía localizar, consiguiendo así la mejor posición en la especialidad paraolímpica de precisión. En la Selección Española de Orientación Adaptada creen que tiene “un don” y le han invitado a formar parte del combinado que irá a los mundiales de este verano en Zagreb (Croacia).
Todos estos logros le han hecho merecedor de la distinción que el PDM le acaba de conceder. Carlos se siente agradecido y muy satisfecho de que le estén valorando su esfuerzo. Pero sobre todo de poder servir de ejemplo para otras personas discapacitadas, a a quienes les recuerda cuando conversa con ellas que la vida “puede ser muy bonita”. “Hay que esforzarse más, pero eso nos hace más fuertes”, asevera.
Por el momento, no sabe dónde le llevará la práctica deportiva. Nuevos viajes, nuevas competiciones, algunas internacionales… Se conforma con seguir disfrutando del deporte y de la oportunidad que éste le permite para sumar experiencias. Él lo tiene muy claro: “No cambiaría casi mi vida de ahora por la de antes del accidente”.