Sin darnos cuenta dejando caer las hojas del calendario se han llegado a cumplir 25 años de la visita de los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, la última visita egregia a Antequera de unos monarcas españoles, aunque el entonces Príncipe Felipe lo hiciera posteriormente, en 2002.
Aprovechamos la ocasión para hacer memoria sobre aquella visita en la tarde –muy calurosa con 37 grados a la sombra en calle Infante– del lunes 22 de junio de 1998. Las anécdotas y curiosidades estuvieron presentes en todo momento en la que fue la primera visita oficial de ambos a la provincia de Málaga; su segunda a Antequera, aunque la vez anterior, fue como Príncipes en 1972.
Nuestro periódico publicó una edición especial el sábado 27 de junio donde recogió todos los detalles de aquel día, fotografías e información que recordamos ahora 25 años después.
Poco después de las seis y media de la tarde de aquel lunes, llegaron ambos a la puerta del Ayuntamiento siendo recibidos por el entonces alcalde, Jesús Romero, quien cedió el bastón como primer edil a Don Juan Carlos. Repicaron las campanas de toda Antequera en ese momento, como se había solicitado previamente. La esposa de Romero, Dolores Tortosa, entregó a la Reina un ramo de flores de Arte Floral Miguel Herrera.
Además de Jesús Romero, le dieron la bienvenida, el presidente de la Junta, Manuel Chaves y el ministro de Trabajo, Javier Arenas; junto al resto de representantes del Gobierno y de la Junta, además de los concejales a los que saludaron uno por uno, como lo hicieron con los trabajadores y representantes del comercio y empresas locales en el interior del consistorio, tras inaugurar el azulejo que se puede ver en la entrada del mismo.
Firmaron en el Libro de Oro de la Ciudad y recibieron como regalo institucional una Jarra de Azucenas de Plata, hecha en Sevilla, quedándose una réplica de la misma en el Consistorio. Saludaron desde el balcón principal a los vecinos de una calle Infante don Fernando que estaba repleta de público y que se convirtió en un auténtico estruendo de aplausos al verlos salir.
Balcones engalanados con reposteros, banderas de España y Andalucía, emblemas de Antequera, banderitas por las calles (entre ellas las que este periódico había regalado días antes), tras esta cálida muestra de afecto, los Reyes pasearon por la calle principal. Aunque en un principio tendrían que haber parado en las Cuatro Esquinas para subir en coche e ir hasta Santa María; llegaron hasta la puerta de Ferretería La Llave porque no podían dejar de saludar a tanta gente que los estaba esperando: “¡Vamos a seguir un poco más, vamos a seguir, porque nos están esperando tantas personas…!”, confesó Don Juan Carlos, saltando el protocolo, algo que hicieron en repetidas ocasiones acercándose a saludar a la gente, a pesar del calor, 37 grados.
Santa María y Jardines del Rey
En Santa María, quedaron maravillados antes de pasar por el Arco de los Gigantes y pudieron admirar Antequera desde las almenillas, apuntando las reformas realizadas aquí. Antes de inaugurar la escultura de Pedro Espinosa de Patricio Toro, el poeta Nicolás Ramos leyó una de sus letras dedicadas a Espinosa.
La Reina se interesó por las termas romanas al igual que por la fachada de Santa María, explicando el alcalde los detalles. El sector de la Cultura de Antequera se dio cita en este espacio, siendo saludados por los Reyes, entre ellos, el hoy alcalde Manuel Barón que acudió como presidente de la Agrupación de Cofradías de Antequera.
Más anécdotas, como la de nuestro director, Ángel Guerrero que aprovechó el interés de Doña Sofía en Santa Eufemia expuesta en la sacristía, ante lo que le regaló un escudo de oro de la Patrona de Antequera y ella, insistió en que se lo colocara en la solapa.
Tras salir de allí, bajada hasta San Sebastián, paso por Encarnación, Carrera y Belén y llegada a los Jardines que desde ese día llevan el nombre de Jardines del Rey Juan Carlos I. Antes de la llegada de Sus Majestades, se tuvo que retirar una tabarrera que se había formado en el monolito que descubrieron posteriormente.
De nuevo baño de multitudes de los Reyes, donde la representación vecinal y de los anejos recibieron a los Reyes, así como la Banda de Música de Antequera dirigida por Juan Medina Maza que interpretó varios pasodobles.
El Rey agradeció al alcalde por esta gran bienvenida, apuntando: “Te agradezco, particularmente, que a aquellos bonitos jardines les hayáis puesto mi nombre”.
Visita a Hojiblanca y noche en el Parador
Recibidos por el presidente de Hojiblanca, Juan Romero y el director de la instalación, Antonio Luque, los Reyes conocieron esa fábrica, así como degustaron molletes de Antequera con aceite. Aquí llegó uno de los momentos más simpáticos, cuando Doña Sofía le dijo a Don Juan Carlos: “¡No comas más!” y su respuesta “¡Pero si es que no se puede parar!”, mientras mojaban mollete en aceite. De allí, partieron al Parador donde pernoctaron, no sin antes disfrutar de los platos típicos elaborados por el recordado, Francisco Carmona, a quien el Rey solicitó le mandara la receta de la porra antequerana y le dijo: “Si no me hacen la porra antequerana igual en La Zarzuela, te mando a por un cocinero”.
Al día siguiente se despidieron de las autoridades y el Rey dio un mensaje claro al alcalde: “Jesús, para cualquier cosa que necesites y yo pueda hacer, estamos a un tiro de piedra; no tienes más que llamarme. Y por favor, dile a los antequeranos que la Reina y yo nos vamos agradecidos al máximo por el caluroso recibimiento que nos habéis dispensado y por las atenciones que nos habéis otorgado… ¡Hasta siempre!”.