El Sol de Antequera continúa celebrando su Centenario y qué mejor manera de hacerlo que con un comercio también centenario y que sigue hoy día con más fuerza que nunca. Nos referimos a Ferretería Linde.
Con los hermanos Rafael y José de la Linde hablamos de los orígenes de este emblemático establecimiento antequerano: “El negocio nació a través de mi abuelo Rafael de la Linde Talavera que se instaló en la calle Lucena en frente de la iglesia de Madre de Dios. Ellos eran tres hermanos Pepe, nuestro padre, Rafael de la Linde Gómez, que aparte de ferretero era poeta también y Antonio”.“Con el tiempo nuestro padre se separa del negocio y se instala en la calle Infante don Fernando junto a la Redacción de El Sol de Antequera donde estuvo muchos años”, explica Rafael.
Sobre cómo se introducen en el negocio el propio Rafael asegura: “Mi padre siempre quiso que el mayor siguiera sus pasos de comerciante para mantener la tradición y Pepe que estudiara una carrera. Con el tiempo Pepe prefirió estar en la tienda y así comenzamos”.
Los inicios de los hermanos De la Linde
Ambos hermanos comenzaron con 13 y 14 años su andadura empresarial en una Antequera donde no eran muchos los comercios dedicados a la ferretería: “En aquel entonces había una tal Ferretería Vázquez que estaba en calle Diego Ponce, que desapareció y más tarde fueron surgiendo otras, pero en realidad no había muchas”.
En aquellos tiempos Ferretería Linde ofrecía lo propio de una ferretería de la época: “Era ferretería pura. Recuerdo de pequeño cuando iba a la ferretería de mi abuelo en calle Lucena donde vendía hasta azúcar en terrones, pero con mi padre eran solo artículos de ferretería”.
Un negocio familiar como la ferretería exigía muchas horas de trabajo: “Echábamos muchas horas, pero la ferretería en Antequera fue el primer establecimiento que decidió cerrar los sábados por la tarde… Entonces existía Ferretería La Llave y probamos los dos y parece que más tarde se extendió a todos los negocios…”, nos dice José.
Con el tiempo el negocio dejó la calle Infante para pasar al Polígono Industrial donde se encuentra en la actualidad: “Llegó un momento en que todos los días había un policía local allí para que no se entorpeciera en la calle. Hablamos con el alcalde, que en aquel entonces era Jesús Romero, pero no pudimos continuar allí y nos tuvimos que ir al Polígono Industrial… el traslado fue muy lento llegando incluso a tener un tiempo las dos tiendas abiertas por la clientela”.
El traslado al Polígono Industrial supuso para los hermanos De la Linde un crecimiento en todos los aspectos: “Ampliamos mucho, aunque nuestro fuerte siempre han sido los artículos para el sector de la agricultura. Por el camino fuimos dejando a un lado el menaje y otros muchos artículos centrándonos en la ferretería de siempre”, manifiesta José.
Después de todos esto años de dedicación y esfuerzo los hermanos De la Linde se quedan con “el trato familiar con los clientes en calle Infante. En el Polígono ya no estábamos tanto de cara al público, era más un trabajo de interior. En la actualidad tenemos 10 empleados y 3 de la familia y mi padre tenía 3 ó 4”, detallan.
La relación con ‘El Sol’ y la clave de su éxito
Los hermanos De la Linde siempre han tenido una especial relación con el que fue director de El Sol de Antequera, José Muñoz Burgos, cuando la Redacción del periódico estaba en calle Infante cerca de la ferretería: “Nos llevábamos perfectamente, éramos vecinos hasta que su hijo Paco se marchó y su hija Mari Pepa se colocó en la Caja de Ahorros de Antequera… Nosotros presenciábamos cómo se hacía el periódico y veíamos cómo el periódico estaba muy consolidado en la ciudad y siempre cuidando el terreno que pisaba… ha estado siempre en su sitio”, afirma Rafael.
Al margen de la importancia del esfuerzo y la dedicación de Rafael y José en el negocio, los hermanos De la Linde consideran que la clave del éxito de su establecimiento ha sido: “La constancia y también de tener muchos artículos que nos han llevado a escuchar muchos lemas por la calle como: ‘Lo que no encuentras en Ferretería Linde no lo encuentras en ningún lado’… En esto y en la constancia es donde radica el éxito”.
Muchos años han pasado desde que Rafael y José comenzaron con su padre en la ferretería: “Si mi padre estuviera con nosotros se sentiría orgulloso porque de un negocio de 200 metros con el que comenzó él a los 10.000 metros que tenemos ahora diría: ‘Ésta es la semilla que yo sembré’, de eso estamos seguros”.
Más de 121 años después Ferretería Linde se ha convertido por méritos propios en todo un referente del comercio de nuestra ciudad. Dos de los grandes artífices de que esto sea una realidad son José y Rafael De la Linde Pérez, que a día de hoy, han dejado en sus hijos aquello por lo que durante muchos años han luchado. Un negocio que a buen seguro perdurará otros 121 años más. ¡Enhorabuena!