Lucía el sol, pero era como si tuviera esa pátina que nos nubla los ojos cuando lloramos: Antequera, estaba triste, porque había perdido a uno de sus hijos más preciados, más valiosos de su historia. Y esa tristeza no hacía sino corresponder cómo la quiso Manolo Cascales que le dedicó literalmente su vida, con resultados tan espectaculares como el viejo Museo, calificado por Florentino Pérez Embid, Director General de Bellas Artes del Ministerio, “como uno de los diez mejores de España en manos no estatales”.
Tras unos días en el Hospital, fallecía a primera hora Manuel Cascales Ayala, Director Honorario del Museo de la Ciudad de Antequera. Vino con apenas veinte años, pero su formación, su vocación, le abrieron las puertas de grandes familias antequeranas que no dudaron en facilitarle antigüedades que junto a los cuadros e imágenes que le cedió la Iglesia, con la que llegó a un singular convenio que enriquecía el Museo, pero que también permitía recuperar, restaurándolas, joyas del pasado que acusaban el paso del tiempo. El resultado, el que anunció Pérez Embid…
Capítulo impagable, su actuación cuando el Museo Arqueológico Nacional quiso llevarse “El Efebo” a Madrid. Su respuesta, convenció al alcalde para anunciar que dimitía si se lo llevaban, y la actuación conjunta Ayuntamiento-Museo-Caja de Antequera adquiriendo la singular imagen romana (¿o griega?) para Antequera, despejaron cualquier duda.
Puestos en marcha Museo, Biblioteca y Archivo, atendió una impagable labor investigadora sobre Cofradías, iglesias, e historias de Antequera… ¿Cabe hacer algo más por una ciudad que, en el fondo no era la suya?
Antequera se lo reconoció haciéndole Hijo Adoptivo, el mismo día en que Toral pasaba a ser Hijo Predilecto, pero sobre todo, dándole como esposa, a una guapa antequerana, feliz compañera, apoyo en el camino de la vida como “mayor”, y la amistad y reconocimiento de los alcaldes Francisco Ruiz, Isidro Montoro, Joaquín Jiménez, José María González, Pedro de Rojas, Paulino Plata, Jesús Romero, Ricardo Millán y Manuel Barón, que encontraron en él al hombre culto que todo lo hacía bien… tal era su formación y preparación.
En su currículum particular destaca el hecho de ser Secretario de la Junta de Defensa de las iglesias de Antequera, miembro del Instituto de Cultura de la Diputación Provincial, Medalla al Mérito en las Bellas Artes, Secretario de la Asociación Andaluza de Críticos de Arte, Académico correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, Vicepresidente primero del Centro de Iniciativas turísticas, Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, Académico Numerario de la Academia de Nobles Artes de Antequera y Académico Numerario de la Academia Malagueña de las Ciencias.
Sus restos descansan en Las Descalzas
Sin duda, un ilustrísimo señor, un caballero, un hombre sabio, que compartía todo lo aprendido con sus investigaciones, para que se conociera. Tras su despedida en el sepelio en la iglesia mayor de San Sebastián, se cumplió su deseo de descansar en el columbario de Las Descalzas, porque “ahí está el mejor cuadro de Antequera, el de Bocanegra”, dijo Cascales en vida. Y la vida en la tierra se hace eterna en la Gloria. Casualidades del destino, descansa justo al lado de un gran amigo suyo, otro gran antequerano: Cándido Vidal…
Allí están ya las cenizas de alguien que destacó por muchas cosas, pero sobre todo por su amor a Antequera, que el otro día amanecía triste, aunque lucía el sol, pero era como si tuviera esa pátina que nos nubla los ojos, como a nosotros al recordar al hombre bueno, culto, educado, cuando lloramos…
“Manolo no pueda ver que su Antequera sea Patrimonio de la Humanidad…”
El alcalde Manuel Barón decía: “Con él, Antequera volvió a valorar su patrimonio, su historia, su identidad como ciudad histórica”. “Lamento que Manolo no pueda, desgraciadamente, ver ni vivir que su Antequera sea Patrimonio de la Humanidad…”
“La colección del Museo la ha conformado durante el largo período como director”
Bartolomé Ruiz, director de la Real Academia de Antequera lo define como “un grandísimo profesional del Patrimonio, con una aportación fundamental a las instituciones antequeranas”. Además: “En el plano personal un buen amigo desde los años setenta”.
“Hizo una resistencia numantina para mantener El Efebo en Antequera”
Su amigo Cristóbal Toral destaca “su labor cultural ha sido extraordinaria”. Era “atento, cordial, amable… Cuando yo llegué a Antequera, me recibió, me ayudó… Recuerdo que me llevaba a Bobadilla, en un SEAT 600, siendo siempre muy atento conmigo… En fin, una pena”.
“Manuel Cascales siempre me decía lo que era mejor para Antequera”
La que fuera concejal de Patrimonio, Eugenia Acedo, lo define como “un gran Humanista con mayúsculas, un gran hombre, una gran persona que se enamoró de Antequera y supo luchar y dar su vida para que hoy disfrutemos del gran Museo que tenemos”.
”Fue el gran procurador de nuestro Patrimonio, centrándolo en el Museo”
El actual director del Museo, Manuel Romero, destaca su labor: “Tras dejar de ser director, él siempre ha sido nuestro consejero, hasta el último día como cuando nos ayudó a la mejora de la Sala de Roma. Como persona, siempre ha sido respetuosa, cercana y agradecido”.
“Sus grandes dotes humanas le convierten en uno de los grandes personajes”
El que fuera alcalde Ricardo Millán recuerda: “Es una pérdida importante por su labor profesional impecable, siempre en colaboración con el Ayuntamiento, demostrando un amor a Antequera excepcional y dedicando su vida a enaltecer la tierra que le acogió”.