A muchos nos llamó la atención: “El Arco de los Gigantes recuperará sus orígenes de la Antequera de 1585”. Así titulamos a finales de octubre la intención del Ayuntamiento de Antequera de rehabilitar el Arco de los Gigantes, que recuperará su esplendor del siglo XVI, previendo una inversión entre 150.000 y 180.000 euros.
Precisamente de eso, en el marco del 50 aniversario del Museo de la Ciudad de Antequera, se habló el pasado viernes 4 de noviembre en una conferencia conjunta entre los especialistas en historia María Luisa Loza Azuaga, del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y José Beltrán Fortes, de la Universidad de Sevilla.
“Elemento fundamental del patrimonio cultural”
Esta semana, hablamos con Beltrán Fortes sobre la futura incorporación de esculturas e inscripciones en dicho arco Ante eso, nos avanza que esos escritos “son fundamentales para todo el tema de las ciudades del entorno. En Antequera, en 1585 cuando se hace el Arco de Los Gigantes, no solamente se utiliza las inscripciones de la Antequera romana sino también de las otras diferentes ciudades romanas del entorno, como Singilia Barba, Aratispi o Nescania y Oscua. Todo eso hace que sean importantísimas para conocer los personajes importantes o diferentes aspectos referidos a las ciudades de este ámbito de la depresión de Antequera”.
De la rehabilitación en concreto, cree acertada la decisión para así mejorar “un elemento fundamental dentro del patrimonio cultural en general y arqueológico de Antequera”. Ante ello, “hay que estudiar cómo se hace y, sobre todo, y me lo comentaba el director Manuel Romero, la primera acción que hay que acometer es la propia consolidación o restauración de esas piezas que se pusieron en 1895 cuando se hizo esa primera restauración del Arco, recuperando mediante copias lo que era el diseño original”.
El catedrático especialista en prehistoria y arqueología explica que hoy conocemos “incluso más, algunos elementos nuevos que se podrían incorporar a ese aparato ornamental del Arco y eso redundaría en revalorizarlo patrimonialmente y también como un atractivo turístico”.
Inscripciones y esculturas del Arco de los Gigantes
Lamentablemente, Beltrán Fortes nos explica que en todo lo que es la escultura con la que primitivamente contaba el Arco de los Gigantes “se conserva muy poco, solamente María Luisa Loza identificó una pieza que se conserva actualmente en el museo y que formó parte de esa decoración escultórica del arco, pero está libre de los aditamentos que se pusieron en aquel momento, porque era una pieza arqueológica fragmentaria, entonces se le añadieron elementos en el siglo XVI que ahora no conserva”.
De esta manera, desvela que no se podría hacer una reestructuración “estricta”: “Como los diseños que se conservan en el XVII no son muy estrictos, tampoco podríamos restaurarla de una manera estricta, con lo cual, en el sentido de incorporar esculturas al Arco de los Gigantes sería un poco complicado. Lo que sí: algunos otros elementos epigráficos. Por ejemplo, sabemos los pedestales que estaban colocados a ambos lados del Arco en la cara principal, que servían de asientos a una estatua de Trajano y a una estatua femenina interpretado como un magistrado erróneamente. De esos quizá se podrían hacer unas copias y colocarlos ahí”. Más información, edición impresa sábado 12 de noviembre de 2016 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
