Seguramente, en alguno de los muchos viajes y conversaciones que realicen en sus vidas, se habrán encontrado con un antequerano en el lugar menos pensado. Esto nos pasó el pasado jueves 27 de julio, cuando el alcalde Manuel Barón, a pie de calle en el Coso Viejo, nos presentó a Juan Manuel Casado Ramos.
Fue en la reciente visita del Instituto Cervantes a Antequera, donde entrevistamos al antequerano que dirige el Instituto Cervantes en Beirut, organismo que nace en 1991 para convertir las casas culturales y algunos colegios que tenía el Ministerio de Educación, para difundir el español y su cultura por todo el mundo.
Con 62 años, a pesar de trabajar y vivir en el extranjero, suele venir a su ciudad natal siempre que puede “para ponerle flores a mis padres en el Cementerio”. Hijo de Antonio Casado Lozano y Eufemia Ramos Benavides, nació el 27 de abril de 1965 “en el número 3 de la calle del Codo”.
De raíces profundas antequeranas, “en mi casa son todas Eufemia, desde mis hermanas a mis primas. Mi abuela era monjera en Belén, las monjas no podían salir, entonces había mujeres que les hacían las gestiones fuera del convento. También recordarte que mi abuelo era albañil y mis tíos recobraron el oficio y uno de ellos fue oficial en el Ayuntamiento”.
Su padre era mecánico de los Talleres Ríos “en la calle Estepa porque así es como se conocía en mi niñez. Mi madre era costurera y cuando yo tenía 10 años, por motivos de trabajo de mi padre, nos trasladamos a Málaga”.
Tras terminar sus estudios iniciales, se licenció en Semítica (que trata de lenguas asiáticas y africanas, entre las que destacan el árabe, el hebreo, el asirio, el arameo, el acadio y el fenicio) por la Universidad de Granada y luego fue doctor en Lengua Árabe.
Desde 1980, potenciando el español por el mundo
Empezó su carrera internacional en 1980 al empezar como director del Instituto de Cultura Hispano Árabe en Bagdad (Irak), como se llamaban los centros dependientes de Asuntos Exteriores. “Allí estuve 10 añitos, padeciendo la guerra, donde conocí lo que era escuchar un misil caer al lado tuya. Los iraníes había noches que nos mandaban más de tres, por lo que me iba a la cama y decía que sea lo que Dios quiera porque esto no hay quien lo aguante”.
También le tocó vivir el conflicto “de los rehenes españoles que Sadam Husein tuvo, que no los dejaba salir, a nosotros nos daban más espacio por tener estatus diplomático, pero los retenidos por Sadán lo pasaron muy mal”. Fue traductor en las negociaciones para su liberación: “Teníamos que entrar sin reloj. Hasta ese extremo llegaban las medidas de seguridad”. Al final, se consiguió.
De allí pasó por Milán (Italia) y en 1992, “Nicolás Sánchez Albornoz, que fue el primer director del Instituto Cervantes me pide que vaya a Marruecos porque se había creado el instituto en 1991 y había que transformar los centros culturales en institutos, por lo que me encarga esa transformación que son los segundos que inaugura nuestro Gobierno”.
Luego, Casablanca “donde coordino la transformación de otros: Tánger, Rabad, Tetuán, Casablanca y cuando acaba me cojo los muebles y me voy a vivir a Ammán (Jordania) en 1993 para modificar el Medio Oriente, coordinando también Damasco y Beirut”.
Apunto de marchar a Texas (Estados Unidos), termina en Bucarest, “la ciudad postcomunista, aquello era un horror, estuve 5 años allí y de allí a Nápoles, donde se normalicé mis años complicados”.
Pero un día, “me llama el director y me dice ‘Juan, te voy a pedir algo complicado, te mando a San Pablo (Sao Paulo) porque teníamos que abrir una red en Brasil de nueve institutos desde el norte en Arrecife hasta Porto Alegre en el sur, y me entretuvo durante seis años la misión”.
Después de formar esa red “me traslado a Varsovia donde tengo un encargo de dirigir el instituto, hasta que me pedí Viena y allí estuve cinco años, hasta que me fui voluntario a Beirut en el 2015, donde de momento permanezco allí en Líbano”.
El Instituto Cervantes: custodio del español
Y, ¿qué es el Instituto Cervantes?: “Es un organismo autónomo de la administración española conectado al Ministerio de Asuntos Exteriores cuya misión es promover, difundir y enseñar la lengua y cultura española y las lenguas del territorio nacional”.
Conocedor como nadie de nuestra lengua, ¿cómo es considerada por el mundo?: “El español es una lengua que va en cohete, si ponemos que China son muchos… el inglés y el español y pare usted de contar, son los que mandan en el mundo”.
A pesar del inglés y su liderazgo en las redes sociales y países poderosos, ¿es el español demandado cada vez más por los ciudadanos del mundo?: “No paramos de reciclar profesores en el Instituto Cervantes desde 2008, de distintos países de francés porque no tienen parroquia, porque los niños no quieren estudiar francés, los niños quieren estudiar español. Puedo afirmártelo, nosotros hacemos una foto de todo el globo y es en todos lados, no solo donde yo he estado”.
¿Qué le parece el uso en demasía de términos en inglés a pesar de ser una lengua universal y tan rica?: “Los medios de comunicación son creadores del lenguaje y lo están cambiando. Francamente se pueden utilizar las dos palabras, pero gusta más decir “feedback” que retroalimentación, por ejemplo. Todo porque el inglés es la primera lengua en internet y el español la segunda, es inevitable, tenemos un problema en tecnología, somos los decimocuartos, y eso es un hándicap que hay que superarlo”.
Ser Patrimonio Mundial y cómo se ve a España
Alguien que está por el mundo, seguramente pueda saber mejor que nadie, si ser Patrimonio Mundial ha hecho a su tierra más universal: “Esta ciudad, mi Antequera, desde hace unos meses se la está conociendo más por su denominación por la UNESCO, pero eso hay que hacer un trabajo más aún del que se ha hecho. No basta con serlo, hay que saber gestionarlo y aprovecharlo, y de eso sé que nuestro alcalde lo está trabajando para llegar a ello”.
Díganos más cosas de la que hacen a Antequera peculiar: “Esto no es una ciudad cualquiera, que se aporte lo que tiene, esto es una barbaridad. ¡Son 33 iglesias! En cuanto a su potencial económico, Dcoop es maravilloso, hay que potenciar todas las riquezas que se tienen, las tecnologías hay que aprovechar lo que nos ha dado Dios que es ser el centro de esta tierra: Andalucía. ¡Y qué te digo de los Dólmenes! ¡Lo que ha cambiado desde que jugaba a las canicas en su interior con mis amigos a lo que es hoy!”.
Y ¿cómo ha evolucionado la imagen de España? ¿Seguimos siendo la de Torremolinos y los Toros?: “A España no se nos conoce ya por ir en burro… se nos conoce por unos pájaros que hacen una cocina que te caes, hemos conseguido simultanearlos, estamos hablando de gastronomía, hemos pasado de la paella y la sangría a Ferrán Adriá y los buenos vinos, al mundo le gusta comer y beber bien, y en España somos únicos”.
¿Es Cervantes el escritor más conocido?: “A los románticos nos gustaría que los históricos siguieran siendo el presente, pero el nuevo mundo cambia. Hoy, en Literatura en español es hablar de Borges, Fernando del Paso, Antonio Gala…”.
Le preguntamos por lo más conocido y buscado de España en el mundo: “Sin duda alguna, el fútbol. Los futbolistas. Que España haya ganado un Mundial y dos Eurocopas, ha hecho dar valor al jugador español, pero el Real Madrid y el Barcelona es lo que más vende el nombre de España”.
Ahí queda un antequerano que difunde el español por todo el mundo, viniendo siempre que “puedo a mi Antequera, a ponerle flores a mi familia a nuestra tierra directa a tu corazón… mi corazón cuando piso mi tierra tiene sensaciones que las recuerdo por todos los países que he viajado”.
Seguramente cuando escuchen hablar del Instituto Cervantes, se acordarán que un antequerano lleva desde su fundación, promocionando la lengua y la cultura que promovieron nuestros Pedro Espinosa, Cristobalina Fernández o Muñoz Rojas.