Lo que se esperaba que fuera un acierto para la juventud, el cambio del Recinto Ferial en 2005, parece con el tiempo que se ha convertido en todo lo contrario, ya que cada vez hay menos casetas para los jóvenes y el ambiente de antaño se ha perdido y sólo se logra concentrar a público a partir de las 5 de la madrugada.
A la espera de alternativas de cambio la teniente de alcalde de Festejos Ana Cebrián asegura que continúan trabajando para encontrar una solución. Al contrario los grupos de la oposición destacan que habría que buscar un modelo de feria más atractiva para el público.
Por otro lado, los caseteros consideran que el botellón es una lacra y que se deberían que se deberían buscar entre todos reclamos para atraer al público al Recinto Ferial como la alternativa de este año de New Garito Staff Fox.
“Desde el Ayuntamiento no cejamos en el empeño para dar con la solución”
La teniente de alcalde de Festejos asegura “hoy en día la gente joven se divierte de otra forma, pero desde el Ayuntamiento no cejamos en el empeño para dar con una solución… estamos acercando a la gente con los conciertos… y la oferta que ofrecen los caseteros es muy buena y atractiva”.
“El botellón es una lacra, la gente baja demasiado tarde al Recinto Ferial”
El gerente de la caseta Sala Stadium Alonso Mena considera “no sé si es porque esta Feria coincide con la de Málaga y si a esto le sumas el botellón que es una lacra bajando la gente tarde nos encontramos siempre con lo mismo”.
“Ahora mismo la feria no es atractiva para la gente… hay que buscar otro modelo”
El concejal del Grupo Municipal Socialista recalca “ahora mismo la feria no es atractiva para la gente… cada vez hay menos casetas y menos oferta, por ello tendremos que ver qué modelo es el que queremos y tendremos que plantear un modelo distinto para nuestros jóvenes”.
“He buscado una alternativa haciendo un especial botellón para captar público”
El responsable de la caseta New Garito Staff Fox dice “he buscado una alternativa haciendo un especial botellón de 12 a 3 de la madrugada con unas pulseras donde dos copas salían por 5 euros y así captar al público del botellón”.
