Fueron unas grandes fiestas las vividas en septiembre de 1949 por el día de la Patrona Santa Eufemia, comenzando por la toma de posesión de la nueva hermandad que se vivió el 14 de septiembre en la parroquia de San Pedro con Carlos Mantilla de los Ríos y Mantilla de los Ríos como hermano mayor.
75 años se cumplen desde que el Obispado aprobara sus estatutos, por ello recordamos esta fecha que desde la Hermandad tendrán muy presente este sábado 14 de septiembre.
En 1949, al día siguiente y como previo a la festividad hubo una velada musical en la Plaza de Santiago “que se había adornado con banderas y escudos y colgaduras”, recogen nuestras páginas. La Banda Municipal fue la encargada de dar este concierto, que finalizó con repique de campanas, disparos de cohete y tradicionales candelas en distintos barrios de la ciudad.
Al día siguiente, viernes 16 de septiembre festivo local como era lo habitual, se vivió la procesión cívico religiosa que partió, bajo mazas, desde el Ayuntamiento hasta la iglesia a las 10,30 horas “llevando el Pendón de la ciudad el sexto teniente de alcalde don Francisco Gómez Sanz”. En la iglesia colegial se incorporó el clero “con mangas parroquiales, llevando las reliquias de Santa Eufemia que se guardan en la Iglesia Mayor, el beneficiado don Isidro Sánchez Velasco”. La cabeza de la misma iba con banda de cornetas y tambores, y cerrando la Municipal con el maestro Mohedo al frente.
La función votiva estuvo presidida por “el capellán de las monjas, R.P. Antonio de la Madre de Dios, revestido de la histórica casulla que sólo se utiliza en este día”, hoy conservada y dentro de la colección textil expuesta en el Museo Municipal. Presidió el alcalde, Francisco Ruiz Ortega junto con el vicario, José Carrasco Panal, acompañando a las religiosas Mínimas, las diferentes autoridades y representantes de la ciudad. “Al terminar la solemne función, se dio a besar el relicario, y seguidamente se organizó la procesión que con el mismo orden regresó a sus puntos de partida”.
Sirvan estas pequeñas líneas para recordar una efemérides de nuestra ciudad. Tradiciones que se perdieron, que se volvieron a recuperar y que se mantienen cada año, desde aquel 1410. Quizá sea el tiempo de mirar atrás y volver a tener presente estos actos, algunos con sus lógicos cambios, pero se podrían volver a tener muy presentes.