La Navidad de hace 25 años nos pilla más cerca a todos. El año 2000 presentaba unas fiestas en las que se buscaba la diversión y pasarlo bien. Ya ven el giro en la historia, la tradición se transforma cambiando el sentido de las mismas.
La juventud, como no puede ser de otra forma, buscaba las fiestas donde celebrar la Nochevieja que en aquel año se centraba en tres puntos, la que se vivía en Caracho, Las Villas y la que organizaba la Hermandad de Santa Eufemia en los Salones de Pura P. Valle en calle Cantareros.
Pero veamos más detalles de una Navidad donde el tren que paseaba por las calles era un auténtico reclamo con largas colas para subirse a él.
Para comenzar la iluminación de las calles de Antequera corría a cargo de los miembros de la Asociación de Industrias y Comercio de Antequera.
La campaña comercial recaía prácticamente al completo en esta entidad, no sólo con las luces, sino con la inauguración de la misma, el tren navideño (cuyos vales ofrecían un descuento en el precio establecido en 300 pesetas) que fue un auténtico reclamo navideño por lo novedoso, aunque contó con largas colas de espera, algunos días de más de dos horas para los pequeños.
Se distribuyeron 200 arcos con 55.000 bombillas en las calles: Infante, plaza de San Sebastián, Alameda, Avenida de La Legión, Cantareros, Diego Ponce, Calzada, San Francisco y Mercado de Abastos, Fernández Viagas, Encarnación, Coso Viejo, Cuesta de Zapateros, Cuesta de la Paz, Obispo, Toril, Cruz Blanca, Duranes, Santa Clara, Trasierras, Tercia, Comedias, Lucena, Merecillas, Descalzas, plaza Cristóbal Toral, Rodaljarros, Vestuarios y Campaneros; además con felicitaciones en la entrada de la ciudad.
El lunes 4 de diciembre se inauguró el alumbrado tras concluir un encuentro de Centro Comerciales Abiertos en el Parador, trasladándose las autoridades hasta la Plaza de San Francisco donde se realizó el acto. Se contó además, como refleja nuestro periódico con “una cabalgata de zancudos y payasos recorrieron las principales calles de la ciudad, animando a los pequeños y gente que aguardaban en las calles comerciales”.
Actividades navideñas con conciertos
Cinco conciertos de corales se vivieron desde los días previos a la Navidad hasta el mismo. La Coral María Inmaculada, la Coral de San Sebastián, Coral Capella Nova, Coral Polimnia de Málaga y la Coral Ciudad de Antequera-La Salle pusieron el acento navideño.
Además, destacada Navidad Flamenca que se vivió en Santa María con un gran cartel con marcado acento antequerano: Salud Amaya, Chamizo de Antequera, la voz juvenil de Sonia Fernández, Luis Perdiguero y el grupo Pastoral Peña. Al toque, Paco Mora y Paco de Antequera, en el que sería la última actuación en su ciudad el 22 de diciembre. Días después, el día 30 falleció en accidente de tráfico cuando viajaba desde la ciudad del Torcal a Madrid.
En el apartado de sucesos, destaca también el fuerte viento que azotó la ciudad en la madrugada del día 21 al 22 que afectó a “una pequeña parte del lienzo de muralla de la calle Niña de Antequera se desplomó. Una celosía de la iglesia de Madre de Dios estuvo a punto de caerse. Un florero-remate de la fachada de la plaza de toros se cayó. Se sucedieron corrimientos de tierra en las carreteras del Nacimiento y Matagrande. Así como caídas de ramas, farolas, tejas y chapas”.
Pero el más importante fue en el Angelote de la Torre de San Sebastián, rompiéndose la muñeca que sujeta la veleta. Una gran grúa de 50 metros se encargó de arreglarla de forma provisional, evitando su caída.
La llegada de los Reyes Magos el 5 de enero
En el año 2000 los Reyes Magos ajustaban su llegada a la ciudad y lo hacían sólo en un día, no como ahora que lo visitan de forma más tranquila y sosegada.
De esta forma, el mismo 5 de enero de 2001 por la mañana, visitaron el Hospital Comarcal de Antequera acompañados por su directora, Mecedes Mengíbar. Tras una intensa y detallista visita a los enfermos, llegada al Ayuntamiento saludando desde el balcón principal. Por entonces, todavía no se realizaba el saludo en el patio principal. Tras almuerzo en el Hotel Lozano las tradicionales visitas a las Hermanitas de los Pobres, Adipa, Residencia de la Vega y Centro de Día de Mayores.
Terminó la jornada con la esperada Cabalgata “con las calles abarrotadas y desfile de carrozas reales más otras de diversas asociaciones locales, destacando las de Aladino, Pinocho, una infantil y sobre todo, una hermosísima que reproducía el Henchidero, sede de la Escuela Taller y confeccionada por sus alumnos”.
Además de los miles de caramelos, los vales de Unicaja, que se entregaban en el Salón de Plenos del Ayuntamiento por los mismos Melchor, Gaspar y Baltasar, atendiendo a los pequeños. Los Magos estuvieron ayudados por Javier Sillero, Socorro Clavijo y Ricardo Vallespín.
