En esta ocasión, finaliza el segundo curso, que para Aguilera ha sido “mejor que el anterior. Hemos tenido bastante más alumnos, hemos hecho unos retos más difíciles que el año pasado. Nos hemos metido en dos obras de adultos que eran bastante importantes, que tienen su dificultad añadida”.
En cuanto a los jóvenes: “Teníamos un grupo de Secundaria y otro de Infantil y Primaria, que también tenía una obra relevante y, en general, los grupos han salido bastante satisfechos y el público que ha ido a verlos también, les ha gustado mucho y creo que incluso hemos conseguido nuevos alumnos de cara al nuevo período de inscripciones que será a partir de septiembre, con el comienzo de curso en octubre”.
Este año, la Escuela tuvo un total de 44 alumnos, uniendo adultos, Infantil y Secundaria, y ya piensan en el próximo curso: “Como se hizo el año pasado y también este, todo aquel que quiera se pueden apuntar en Santa Clara, donde se encuentra la Fundación Municipal de Cultura”.
Los objetivos de la Escuela de Teatro
Jordi Aguilera nos explica que el objetivo principal “es formar a la gente, tengan o no tengan un nivel básico o cero, hayan o no tenido experiencia, ya seas adulto, niño o adolescente, todo es formarlos: comenzar con una pequeña formación, unas clases iniciales de teatro, con el objetivo final de hacer una puesta en escena, una obra de teatro y enfrentarse a un público. No solo el resultado final es lo más importante, sino todo el trabajo que se ha hecho anteriormente. Todos esos meses de trabajo, de ensayos, de improvisaciones, de trabajo de texto, de respiración… Eso siempre ha sido más importante”.
Representaciones de final de curso
Un objetivo que, además, consigue atraer a cientos de personas, llenando cada año el Teatro Torcal con las representaciones de fin de curso: “El día 10 de junio hicimos ‘Amor sin pasaporte’, de Álvaro de Laiglesia, una comedia ambientada en los años 50, muy divertida, donde muchos personajes entran y salen y, a partir de un pequeño malentendido surge toda la trama y hasta el último acto no se desenreda todo. Tenía 12 personajes, 3 decorados distintos y ha funcionado muy bien”.
Por su parte, el jueves 15 de junio se representó “El caso de la mujer asesinadita”, también de De Laiglesia: “Es también una comedia española, ambientada en los años 60 y donde el humor del absurdo, también de la mano de Miguel Mihura, tiene su importancia. La obra tiene 13 personajes, tenía 3 actos, duró casi 2 horas y la verdad es que nadie se movió en el patio de butacas, la gente se lo pasó muy bien y, sobre todo, para los alumnos fue una experiencia muy bonita”.
Ante tal experiencia, la Escuela ya plantea el próximo curso, aunque “estamos siempre a la espera de las inscripciones. Hasta que no sepamos el número de alumnos que tenemos, no sabemos exactamente lo que vamos a hacer. Este año, por ejemplo, nos encontramos que tuvimos muchos alumnos adultos y tuvimos que hacer dos grupos. Este año no sabemos si seguiremos igual”.
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