Un apreciado lector, José Luis Pérez y Ortega, se dirige a nosotros, tratando de encontrar respuesta a un tema: según la Historia, don Fernando, luego «El de Antequera», entregó a su antecesor Gonzalo Chacón y Ruiz de Narváez, que participó en la conquista, la «Divisa del Estandarte Real que primero tremoló en Antequera, dejándoselo para eterno timbre de su Casa». Nuestro amable lector encuentra controversia con la existencia del «Pendón de Antequera».
Hemos repasado varios libros y deducimos la solución. Veamos: Don Fernando, entrega a Gonzalo Chacón «la divisa del estandarte real que primero tremoló en Antequera», pero el «Pendón de Antequera», fue adoptado por Rodrigo de Narváez y sus caballeros, entre ellos Gonzalo Chacón, como armas de la Ciudad, con «un castillo, un león rampante a la izquierda y en el centro una jarra de azucenas». Luego un Pendón es «el primero que ondeó» regalado para premiar los muchos méritos de Gonzalo Chacón, y otro el adoptado como «Pendón de Antequera», que figura en nuestro Museo, una réplica del cual es el que se utiliza en los acontecimientos señalados de la vida local.
Oportuno será referirse a una efemérides que se cumple el día 1 de mayo. Fue en 1424, cuando los pobladores de Antequera, libraron una batalla contra los moros, conocida en la historia como «la del Chaparral»: el alcaide don Rodrigo de Narváez, reunió un gran rebaño de ganado al pie de la Boca del Asna o Asno, sobre la que mandó prender una gran hoguera en la que se quemaron gran cantidad de cuernos, pezuñas, cueros y pieles de animales, sabiendo que el viento llevaría el humo y los malos olores hacia el ganado y las líneas enemigas. Efectivamente los animales espantados huyeron en estampida arrollando a los propios enemigos que, ante el terrible olor, fueron desordenados y sorprendidos por los cristianos en su ataque, obteniendo una gran victoria.
Se la suele llamar también Batalla de los Cuernos, y el Ayuntamiento de Antequera celebró muchos años después el aniversario de esta batalla con una función religiosa en la Iglesia Colegial, tremolando el Pendón Real bajo el cual combatieron los cristianos, que es el mismo que entregó el Infante al Alférez Mayor Gonzalo Chacón cuando fue conquistada la ciudad. Sobre esta batalla, escribió su última obra, el ilustre escritor doctor López Estrada, Hijo Adoptivo de la Ciudad de Antequera.