La iglesia-convento de Madre de Dios de Antequera puede reabrirse, tras 8 años cerrada por las diferencias entre las monjas y el Ayuntamiento de Antequera, una vez se han retomado las conversaciones entre las Agustinas y el Consistorio.
Las relaciones con la Orden de las Agustinas se rompieron en 2006 cuando se declaró, curiosamente BIC (Bien de Interés Cultural). El Convento de Madre de Dios de Antequera cerró el 28 de abril de 2004 por la falta de vocaciones y envejecimiento de las monjas, por lo que se trasladaron a otros conventos, cerrando la iglesia, la de mayor tránsito matutino de la ciudad, al estar al lado de calle Duranes y el Mercado de Abastos.
Tensas negociaciones
Desde ese año, Agustinas y Ayuntamiento de Antequera comenzaron a negociar un nuevo uso para el convento y otro para la iglesia. La comunidad religiosa había transformado parte del monasterio en una residencia, pretendiendo venderlo a un hotel o restaurante. Pero el Consistorio se negaba, queriendo comprarlo y aprovechar la ocasión para disponer de un nuevo sitio para la Cultura en el centro de la ciudad.
Las conversaciones intentaron permutar el convento con terrenos municipales, pero no hubo entendimiento entre las partes. Mientras, la reapertura del templo tuvo los intentos de acoger a los Mínimos, la propia Agrupación de Cofradías de Pasión o la Pro Hermandad del Rocío, pero antes se tenía que solventar el interior. Las diferencias se acrecentaron hasta el 14 de noviembre de 2006, fecha en la que la Junta de Andalucía cataloga el conjunto como BIC, por lo que impide a las monjas a vender el convento sin su consentimiento, entendiéndolo como un bloqueo, por lo que se rompen las negociaciones por completo.
Vuelve la normalidad
Ahora, el equipo de gobierno del Ayuntamiento presidido por Manuel Barón y por la concejal de Patrimonio, Eugenia Acedo, han retomado las negociaciones y en primer lugar han iniciado los contactos con las religiosas agustinas en Sevilla, donde fueron algunas de las monjas de Antequera.
La resolución del conflicto se solventaría una vez las monjas vendan lo que queda del convento, la reformada hospedería, de la que no paran de salirle “vocaciones”, esta vez compradoras. La hostelería es el interés, por el que tendrían un hotel de unas 20 habitaciones en pleno centro histórico de Antequera, a su vez que un restaurante con un patio artístico con miras a la iglesia BIC, ideal para celebraciones y actos sociales.
Una vez solventado la venta del convento, las monjas accederían a ceder el uso del templo al Obispado de Málaga, quien habría ya dado el visto bueno al Ayuntamiento, de una recepción con tutela compartida con el Consistorio. Podría destinarse a sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa o desarrollo de alguna cofradía en particular, o de algún movimiento religioso.
Más información edición impresa sábado 18 de agosto de 2012 de El Sol de Antequera
