Es muy común ver a los antequeranos persignarse cuando pasan por delante de alguna imagen de un Cristo o una Virgen. Así ocurre con un rinconcito muy pequeño de la ciudad de Los Dólmenes, el cual puede pasar totalmente desapercibido para los que no conocen la zona, pero que se hace gigante para los vecinos del lugar.
Situado en el barrio popularmente llamado como ‘La Plazita’, nos referimos al Cristo de los Avisos. Está ubicado exactamente en la esquina de la calle a la que da también da nombre, y colinda con el bar ‘La Escapada’ (antiguo Memphis) y el sitio de copas ‘Santiesteban 18’, un nombre que precisamente tiene mucho que ver en la historia de este lugar.
Todo comenzó hace más de cuatrocientos años. Era el año 1607 cuando un noble muy conocido en la ciudad, llamado Don Tomás de Santiesteban, caminaba por las calles de Antequera en busca de satisfacer necesidades carnales con alguna de sus amantes. Según cuentan los historiadores, se trataba de un personaje muy rico de Antequera, popular, noble sin título y descendiente de judíos. Era una persona promiscua, sin valores, ni sentimientos por los demás.
Sin embargo, la mala vida le guardaba un destino fatal, aunque dicen que quien avisa no es traidor, y Tomás fue advertido hasta en tres ocasiones.El fatídico final de Don Tomás de SantiestebanUna de las noches en las que buscaba satisfacer sus placeres, de repente oyó una voz lejana que le aconsejaba abandonar esas costumbres.
Santiesteban no hizo caso, por lo que su final ya estaba escrito. Dice la leyenda que sonaban las voces de las monjas del Convento de las Descalzas cuando una de esas noches, una sombra le propinó a Don Tomás una puñalada que acabó con su cuerpo sin vida en el suelo de un lugar que hoy es conocido como el Cristo de los Avisos, refiriéndose a las tres advertencias que dieron a Santiesteban, aunque éste no aprovechara para ponerse a salvo y cambiar el rumbo de su vida. Más información, edición impresa sábado 23 de junio de 2018 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).