Antequera no será capital gastronómica de España en 2026. El vino de Jerez se impone a los molletes, la porra, el aceite o los mantecados, según ha decidido la Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Federación Española de Periodistas de Turismo (FEPET), que otorgan esta distinción desde el 2012.
El «Come, Bebe, Ama Jerez» del Ayuntamiento de Jerez ha convencido en su primer año de candidatura por delante del «Antequera, qué bien me sabe» que optaba por tercer año. Tras tres finales, Oviedo fue la ganadora en la primera aspiración, Alicante en la segunda y en la que parecía iba a ser la definitiva, se es superada por Jerez que se presentaba por primera vez.
A Logroño, Burgos, Cáceres, Toledo, Sanlúcar de Barrameda, Oviedo o Alicante, se le suma Jerez y se aleja Antequera, ya que el alcalde Manuel Barón exponía que se consiguiera o no “será la última vez” que lo haga Antequera, ya que ser “eternamente aspirante, te perjudica”.
La candidatura jerezana se basa en ser centro de la producción de vino, su vinagre y brandy, además de platos como el rabo de toro, la berza jerezana o el tocino de cielo. Que han podido más que la porra, el bienmesabe, el aceite, los molletes o los mantecados.
Una propuesta antequerana respaldada por avales y adhesiones desde el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, hasta el presidente de Diputación de Málaga, Francisco Salado. Igualmente, empresas y entidades que mostraban su apoyo a una candidatura.
La gastronomía lleva años como principal atractivo de las nuevas tendencias turísticas, desde jornadas de cocina saludable con productos locales, actividades en torno a la Cuaresma y la Semana Santa, ferias como “Antequera, Qué Bien me Sabe” o la Real Feria de Agosto con su tradicional concurso nacional de porra, hasta citas de alcance nacional como A Todo Queso o el festival gastronómico-deportivo Sport Gourmet.
Una decisión que deja fuera a una ciudad que tiene como embajadores al mollete de Antequera como recientemente demostró la actriz Kiti Mánver en el programa de «La Revuelta» de David Broncano, o Cristóbal Toral visitando el horno de leña del Horno San Roque ‘El Origen’. O los mantecados que ocupan gran parte de reportajes en el último periplo del año. Así como el bienmesabe que reúne a cientos de personas en el acto lúdico del postre más grande del mundo.
Desilusión en una candidatura que se ha consolidado en dos años que ha optado por serlo que parece que se dejará de intentarlo ante un jurado que parece que tiene unos criterios alejados de los datos objetivos. Una ciudad conocida por su gastronomía y productos se merecía ser capital gastronómica, algo de lo que seguirá siendo conocido su nombre histórico, turístico y gastronómicamente.
