Durante el pasado año aumentó el número de personas a las que se denegó un préstamo hipotecario. Durante 2012 tampoco cambió mucho el panorama.
Con la crisis de morosidad hipotecaria ahora las condiciones para acceder a una hipoteca son mucho más restrictivas. Los bancos ahora piden un mayor nivel de vinculación del cliente, mediante domiciliaciones de recibos, seguros, tarjetas… Antes, en nuestra ciudad se daban muchos más créditos hipotecarios puesto que la tasación y venta de los pisos estaba muy alta en comparación a como está en la actualidad.
El saldo medio de los créditos hipotecarios que se solicitaban en entidades antequeranas estaba entre los 175.000 y 225.000 euros hace entre 5 y 7 años.
Los tipos de interés eran muy bajos, el euribor estaba más alto y los diferenciales estaban más bajos y sobre todo había mucha competencia entre entidades a la hora de dar prestamos. En los años del boom inmobiliario las parejas jóvenes que solicitaban un préstamo estaban ambos trabajando y pedían el plazo a 40 años, lo máximo permitido, pero algunas de ellas pasaban el 35 por ciento de los ingresos del titular o titulares del crédito.
En la actualidad para paliar la situación de no poder afrontar los pagos las entidades han tomado varias medidas como ampliación del préstamo al máximo tiempo posible, estudiar el caso y aplicar carencias para que la carga financiera fuera la más baja posible.
Desde los últimos 7 años los valores del mercado han bajado y las personas que desean adquirir una vivienda cuentan con esta bajada de precios de hasta el 40 por ciento. En cuanto a las características y el tiempo de los créditos no han variado poniéndose todavía al máximo permitido, lo único distinto es que el euribor está mínimos históricos, el diferencial con respecto a 6 años ha subido algo en todas las entidades financieras, que miran con lupa el que los interesados puedan hacer frente a los pagos de las mensualidades y no sobrepasen el 35 por ciento de los ingresos.
