Las más de 30 iglesias que se conservan en nuestra ciudad no pueden dejar desapercibidas las casas civiles que dan un aire majestuoso a las calles del centro del casco urbano, muchas de ellas aún mantenidas en pie por los descendientes que las construyeron, otras transformadas en pisos de lujo, y algunas en edificios de administraciones públicas o residencias para personas mayores. No dude intentar entrar en el zaguán de ellas.
Todas ellas se entremezclan en un estilo que podríamos definir como antequerano, con unos patios inspirados en los claustros conventuales a base de arcos de medio punto sobre columnas de mármol rojo torcal procedentes de El Torcal de Antequera y su fuente en el centro.
En su interior, aunque pocas hoy en día, conservan habitaciones decoradas tal y como se concibieron durante los siglos XVIII y XIX, con muebles, cuadros y cortinajes. Entre ellas, el Palacio de las Escalonias en la calle Pasillas (que junto a la Casa de Blázquez Lora han sido las últimas declaradas como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía), en la parte antigua de la ciudad. Las piezas artísticas y el mobiliario de la Casa Museo de los Colarte, están pendientes de que se reubiquen en nuevos emplazamientos, ya que su interior se ha quedado como salas de museo, siendo posible destino la nueva sede de la Real Academia.
Seguramente, al pasear por nuestras calles, se encuentre alguna abierta, por lo que no dude en entrar en ellas, ya que normalmente una reja le dejará ver el interior del patio, desde el exterior del edificio. Antequera, una ciudad abierta a todo.