¿Se han encontrado alguna vez en una conversación donde no pueden dejar de escuchar a alguien? Eso ocurre con
María Luisa Ruiz Seguín (Ceuta, 28 de septiembre de 1953). No es solo lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. Su pasión la cultura y la historia la llevó a estudiar Turismo en Sevilla (1976-1979), llegó a Antequera en 1980 para abrir la primera agencia de viajes de la ciudad. En 1991 decidió tener la suya propia, “Viajes Toral” y en 2010 cursó estudios en guía de turismo.
Con todo ese recorrido y experiencia, ahora se lanza al mundo de la escritura, plasmando en el libro
“Forastero en Antequera” todo lo que sabe de nuestra ciudad, haciendo de ese volumen una guía perfecta para conocer lo que nos rodea.
Han pasado más de 40 años desde que llegara a Antequera para pilotar la primera agencia en la ciudad:
“Se abrió el primer negocio de viajes en calle Rodaljarros, que era de la familia Rato. Usaron una habitación de su propio edificio y ahí es donde se puso. Me destinaron a mí para dirigirla, viniendo de Ibermar en Sevilla y no conocía nada de la ciudad”, explica.
De hecho, como anécdota, nos cuenta que se apoyó en la guía turística del historiador Jesús Romero para explorar la ciudad a fondo:
“Cuando vi esa guía, la compré y lo que hacía los fines de semana era cogerla, buscar el monumento e identificarlo con la foto y leerlo”.
Comenzó a escribir el libro en 1987
Ahora, es ella la que busca que todo “forastero” encuentre en su libro un aliado perfecto para recorrer Antequera. Una publicación que, realmente, se podría decir que nace en 1987:
“Escribí mi ‘Forastero en Antequera’ y le mandé a la editorial ‘Escudo de Oro’ el texto con las fotos. Me contestaron diciendo que lo sentían mucho, pero que tenían el cupo cubierto y no me lo podían publicar”.
Ahí se quedó ese primer intento de publicar su primer libro, en un sueño aparcado por culpa del trabajo y que siempre tuvo presente y nunca olvidó.
“Entonces era agente de viajes y digamos que olvidé ese tema y mi trabajo como agente de viajes me ha absorbido todas las horas porque era un trabajo que ahora no se hace: servicio personalizado, asesoramiento al cliente…”, detalla Ruiz Seguín.
Pero el libro
“lo seguía teniendo en el tintero, era un sueño. Yo pensaba: ‘Cuando me jubile haré mi libro’”, y así hizo. Una vez se jubiló
“como tenía tantas notas del trabajo lo que me propuse fue ponerme en serio. Para mí era muy fácil porque hay algunos capítulos que me los sé de memoria, porque he plasmado lo que sabía. Me era fácil ordenar todo y hacer el libro”.
Un trabajo minucioso, incorporando todo lo aprendido en estos años:
“De mis miles de notas que me había preparado durante toda mi vida profesional como guía turístico, fui ordenándolas e hilvanándolas. Haciéndolo entra la pandemia y nos confinan, con lo cual… ¡mejor para mí para darle impulso al libro!”.
De esta manera, María Luisa Ruiz recalca que el libro
“no nace por una pandemia, es al revés, el libro estaba naciendo y cuando sale fuera se da cuenta de que hay una pandemia”.
La publicación recorre toda la ciudad
Se trata, sin duda, de un libro
“útil para el visitante y también está pensado para los guías”, subraya María Luisa Ruiz. Para ello, estructura el libro
“tal y como hago la visita”. De esta forma, nos enumera —mientras fija la mirada en un punto, como si estuviese mentalmente paseando por la ciudad— el recorrido que sigue como guía de turismo y que refleja en el libro:
“El punto de entrada de un turista es Los Dólmenes. Luego, el origen de nuestra ciudad es delante del Arco de los Gigantes, la Alcazaba y su entorno, la Plaza de los Escribanos y Santa María, la Fuente del Toro, bajamos por la calle del Colegio al Arco de la Estrella, la Plaza del Carmen, torreón del Asalto, la iglesia del Carmen, la ribera del río y la fábrica de mantas”, recalca.
“Justo el recorrido que yo hago”, nos explica, para continuar con los siguientes pasos que da cuando recorre la ciudad con un grupo de personas:
“Después, subiendo la calle del Colegio, el poder de la iglesia antequerana parándonos en el balcón de las Almenillas, viendo la cantidad de iglesias que tenemos. Luego, el Portichuelo, la iglesia de Jesús, Santo Domingo, San Sebastián, Coso Viejo, Museo, San Juan de Dios, Ayuntamiento, Pinofiel, Villadarias, Plaza de las Descalzas, fachada del Palacio del Marqués de la Peña de los Enamorados y las Clarisas. ¡Ese es el recorrido real cuando estoy trabajando y que se recoge en el libro!”.
Una buena publicación que sirve como guía de turismo no es nada sin en ella no se incorporan imágenes que nos la muestren. Por ello, la ceutí nos cuenta que tuvo que bucear en internet y acudiendo a fotógrafos conocidos para dar con la imagen adecuada para cada monumento.
“Yo no tenía ninguna fotografía, yo escribía y tenía los capítulos solitos. Los hilvané y necesitaba fotos”, para lo que acudió a profesionales como Fernando del Pino, Javier Coca o Julián Tapiador, que no tuvieron problema en apoyar el proyecto de Ruiz Seguín.
En cuanto a la foto de portada, la elegida es una imagen de Javier Coca, donde se muestra lo que para ella es imprescindible:
“El símbolo de Antequera sin duda para mí es San Sebastián y El Angelote. Además, quería una imagen de ciudad, que se viera un poco Antequera”, nos cuenta.
Sin duda: se queda con Menga y El Romeral
Con la realización de este libro, no podemos dejar de preguntarle a María Luisa Ruiz por su monumento favorito de Antequera:
“Me quedo con Los Dólmenes: con Menga y con El Romeral”, sentencia. Recalca que se queda
“con Menga por la magnitud, te sientes sobrecogido, y El Romeral por su belleza, estar dentro es como la antesala al comienzo de la era cristiana y la iglesia románica”.
Su apuesta: un gran parking público
Son más de cuatro décadas los que esta guía de turismo lleva en Antequera, conociendo sus bondades… y también sus defectos.
“A Antequera”, nos cuenta,
“le faltan cosas muy sencillas y fundamentales. Esta ciudad está creciendo y no tiene algo que tiene cualquier pueblo pequeño: un gran parking público, pero es que es algo que no lo llevan ni en el pensamiento. En la Plaza de Abastos y en el Coso Viejo, ¿no debería haber un parking público? Es fundamental. Esta ciudad no tiene aparcamiento en el casco viejo”, lamenta.
Igualmente, cree en una ciudad que gire en torno a “lo verde”: “A esta ciudad le faltan sombras”. Sin duda, su libro, pondrá un poco más de luz para conocer Antequera, ciudad de (mucho) arte.