viernes 22 noviembre 2024
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Un Bartolomé Ruiz para La Villa y Singilia Barba

En vísperas de la Feria, Antequera espera visitantes, venidos expresamente desde tantos puntos; otros, emigrantes hace años, que no se pierden por nada pasar estas fechas en su tierra, junto a los suyos, familia y amigos, y recuperar en unos días el tiempo pasado añorando sus calles, sus plazas, los bares de su juventud –también todos modernizados– con sus amigos, sus iglesias…

Se van a encontrar una Antequera preciosa, con nuevas plazas, con obras en el paseo… y sobre todo, contenta por tenerles aquí. Pero se puede mejorar la cosa, si recordamos unas fotos del alcalde Manuel Barón y Eugenia Acedo en La Villa Romana de la Estación, que presentaba jaramagos de un metro de altura. Bajo ellos, parte de una gran vivienda romana, con un precioso mosaico y ricos mármoles, que permiten asegurar que dicha villa se extiende por debajo de la actual carretera. La aparición de cabezas de figuras, de adornos, evidencia una riqueza impresionante correspondiente a una época histórica sin parangón en la historia de la Andalucía Romana.

Cuando aquello apareció, con motivo de unas obras en la Estación, levantó un gran revuelo precisamente por eso, por su riqueza. Temerosos de que pudieran “desaparecer” alguno de los vestigios encontrados, se echó una capa de cemento sobre el mosaico y se valló el recinto para preservarlo de visitas de personas no expertas que pudieran causar, aun sin quererlo, daños en el conjunto, pensándose en proceder a descubrirlo y recuperarlo lo antes posible, para convertirlo en otro atractivo histórico-turístico de la Antequera Romana.

Pues bien; los jaramagos demuestran que alguien olvidó en un cajón el que iba a ser un proyecto rápido, como su importancia merecía, lo que coincidía con la salida de la Consejería de Cultura de responsables antequeranos que comprendían y valoraban la riqueza del hallazgo. El caso nos recuerda lo sucedido con Los Dólmenes, “dormidos” hasta que llegó Bartolomé Ruiz, que les está dando –personalmente y con la ayuda recabada por él de ilustres historiadores y colaboradores— la importancia que merecen, de lo que su propuesta como Patrimonio de la Humanidad, es el mejor ejemplo. Pues algo así están pidiendo La Villa de la Estación y otra gran olvidada, Singilia Barba, toda una gran ciudad romana, cubierta hoy de tierra para preservarla por los mismos motivos que la Villa.

Que hay muchas cosas por arreglar, lo sabemos, pero sabemos también, porque se nota, que esas cosas “antequeranas”, desde que se fueron sus responsables antequeranos, han sido postergadas, en señal de un desconocimiento impropio de quien ocupa tan altos cargos, que demuestra no saber valorar lo que estos monumentos son y lo que aportarían al Turismo Patrimonial Andaluz, ése por el que suspiran muchos turistas.
Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel.
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