La Real Academia acepta la palabra aunque aún no aparece en el diccionario. Con mis sentimientos puestos en el horror de Niza, sea un lobo solitario o no, con el autogolpe de Turquía, intento ver la primera ronda de negociaciones de nuestros partidos, los de España, porque aunque a algunos les guste ser europeos sí o sí, yo primero pienso en nuestro país. Sí, ya sé que pertenecemos a la UE y que el gobierno le debe un pastón que, pagaremos entre ustedes y yo, sin comprender del todo porqué.
Así que encuentro que éste ir y venir de los políticos, son postureos, un “cara a la galería”, un querer aparentar que se está haciendo mucho, cuando yo intuyo que es una inutilidad todo este posar. Conclusión inconclusa, ni los buenos y extrema derecha o centrados, eso dicen ellos, son tan buenos ni los malos y extremistas de izquierdas son tan malos.
Nos vamos tener que entender y buscar un equilibrio. Difícil ya lo sé especialmente por las características de los que hasta ahora han gobernado con alternancia. Conversaciones grises. Aburrimiento. Poca disposición del gobierno en funciones para ser flexible, éste exhala un discurso encorsetado, inmovilista y poco dispuesto. Negatividad y falta de empatía en todos.
No hay sintonía, es el mantra, a puerta cerrada será otra cosa. Tramas, tramas. Seguro. Lo qué no se o sí, es ¿a qué juega Ciudadanos? Tibieza. La paciencia de la gente está muy deteriorada, la mía desde luego. Por mucho que la verborrea nos inunde cual marea, ¿cuál el interés real de estos políticos con respecto a los españoles medios? Rajoy dice que si hace falta gobernará en minoría. Pues mira que lo haga, no sería el primero. Otra pregunta que me hago ¿cuál es el papel del rey Felipe VI en todo este tinglado?