El pasado viernes 20 de enero, nos dejaba una institución en Antequera, Jesús Olmedo Tobarías, quien dedicó toda su vida en enseñar a conducir a cientos de antequeranos, siendo pionero en poner en marcha las autoescuelas en nuestra ciudad tal y como las conocemos hoy.
A los 94 años, emprendía su viaje a la nueva vida, siendo la triste noticia muy sentida en la ciudad, dejando la tristeza y el dolor a su esposa, Mercedes Gálvez Romero, sus hijos: Mercedes y Antonio; hijos políticos, nietos, bisnietos, sobrinos y demás familia.
Tras ser velado en el Tanatorio del Grupo Albia de Antequera, fue despedido en la iglesia colegial y mayor de San Sebastián, donde el arcipreste padre Antonio Fernández López, destacó su aportación a vida de los antequeranos, siendo maestro en el arte de conducir. Evocó a San Agustín en su oración por la que da gracias por haber contado con las personas que queremos en nuestra vidas, ante el lamento por su pérdida.
Don Jesús, estrena “L” en el Cielo, donde San Pedro le habrá puesto ya trabajo de enseñar bien a los que no son buenos conductores en las autopistas del Cielo, para dejarnos tras 94 años en los que estuvo con su familia. Que el Señor le dé la Resurrección y muestre consuelo a su familia por su pérdida.