A Carlota se la esperaba para el día 28 de diciembre. No quiso venir al mundo en el día más inocente, sino en el día más festivo, y acaparar todas las miradas siendo la primera bebé antequerana nacida en 2018. Tras un parto sin complicaciones, intenso, y rápido, como cuenta su madre, Inmaculada Varo Ortiz, la niña vio la luz a las 01,40 horas de la madrugada en el Hospital Comarcal de Antequera.
Una cena con contracciones
La segunda hija del matrimonio de Manuel Pérez Durán e Inmaculada Varo Ortiz venía anunciando su llegada en el transcurso del último día del año, con contracciones intermitentes. No fue hasta las 22,30 horas, con la cena, cuando los dolores aumentaron su intensidad.
Inmaculada, profesora de niños con necesidades especiales y Manuel, agente comercial en una óptica, llevaban horas ocultando a abuelos y cuñados, con los que compartían cena en la casa de sus padres, que tenía contracciones. “No quería que se enteraran hasta después de las uvas y sólo lo sabíamos mi marido, mi hermana y yo”, asegura la madre.
Lejos ya del miedo de primeriza, se resistía a perderse las campanadas y las uvas y el inicio oficial de año. Por ello, no llegó al Hospital hasta pasada la madrugada, a las 00,20 horas, donde ingresó con 5 centímetros de dilatación. “No me dio tiempo ni a cambiarme de ropa, fue comerme las uvas y brindar cuando salimos”, recuerda, sonriendo, la joven madre.
Su whatsapp iba registrando, minuto a minuto, lo que iba sucediendo e informando, a través de su hermana y su padre al resto de la familia, que quedaban de esta manera actualizados de la odisea e iban siguiendo los momentos previos al alumbramiento. El trabajo de parto natural, según cuenta, fue rápido y sin complicaciones. Tan rápido que el tiempo no le dio a llegar hasta la sala de partos y se produjo en la cama de la habitación, asistido tan sólo por María del Mar, la matrona que la atendió.
Al ambiente festivo del personal del recinto hospitalario, se le sumó la alegría de los padres al ver la cara de su pequeña, en perfecto estado de salud, tan sólo una hora y cuarenta minutos después.
En sus primeros días de vida se porta muy bien
Para Cayetana, la primogénita de la familia, de 2 años y 5 meses de edad, conocer a Carlota fue entrañable. Sus padres quisieron que el encuentro se produjese en casa, para que desde el primer momento la calidez fuese reinante. Su actitud hacia la nueva integrante de la familia fue de innata protección. Por el momento, la bebé es muy buena, cuenta su madre, y aunque en estos primeros días de vida su actividad se reduzca a comer y dormir, apenas llora o protesta.
Carlota pasará a la posteridad como primera antequerana nacida en 2018, el año del Centenario de este periódico, y por sobreponerse hasta el límite a las circunstancias y los tiempos en los que el calendario marca la celebración del año nuevo.
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