La Cuesta Archidona es uno de los principales accesos desde hace siglos al núcleo urbano de la ciudad de El Torcal. En esta zona confluyen Calle Córdoba, Cuesta de Archidona y Calle Juan Casco. La pendiente de la cuesta es muy pronunciada provocando a los antequeranos sudores durante todas las épocas del año.
En la actualidad, cientos de vehículos atraviesan la Calle Córdoba y la Cuesta de Archidona para llegar a la zona centro de la ciudad o por el contrario, tomar la vertiente derecha para el conocido Barrio de Vera Cruz, donde se pueden encontrar una de las mejores vistas panorámicas de nuestra ciudad.
La confluencia entre Calle Córdoba, Juan Casco y Cuesta de Archidona cuenta con una moderna plaza, justo en la intersección, elevada unos metros del suelo. La plaza cuenta con tres bancos, aparte de uno largo de obra a la entrada de la plaza; una pequeña fuente y cinco árboles que ayudan a conseguir la ansiada sombra durante las tardes calurosas de verano.
Las casas blancas que conforman el barrio son uno de los enclaves más bonitos de la ciudad, consiguiendo que la entrada a Antequera sea un espectáculo para la vista.
Uno de los eventos más emocionantes del año en la zona tiene lugar en Semana Santa, en Jueves Santo, cuando la cuesta se convierte en el escenario de la Vega de la Virgen de los Dolores, los antequeranos llenan las calles para ver subir hasta la cima de la cuesta a la Virgen.
Como cuenta de manera magistral Juan Manuel Moreno en su libro
“Antequera Callejero Histórico” en la cuesta de Archidona existió durante toda la segunda mitad del siglo XVI y gran parte del XVII, un célebre Mesón llamado Mesón de Almagro. Debió tener gran capacidad, cuenta Moreno, ya que albergaba arrieros, trajinantes y porteadores. En el 1583, el Corregidor Don Alonso Rodríguez de San Isidro habilitó el Mesón como Hospital.
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