Llegó, cantó y emocionó hablando desde el corazón y mostrando sus sentimientos hacia la pasión que siente por el Carnaval de Antequera. El pregonero Salvador Fernández Sánchez ha dado este viernes 21 de febrero toda una lección, volviendo la vista atrás en el tiempo recordando el Carnaval de su infancia y su aventura carnavalera con su agrupación donde descubrió a través de música y letras algo indescriptible que hoy en día todavía disfruta.
Una cita que comenzó pasadas las 19 horas en el Teatro Torcal de Antequera, con la actuación de la ‘Chirigota de Los Pocos’ como unos frailes muy ‘picantes’ y con muy ‘poca vergüenza’ bajo el nombre de los ‘Latin Lovers’. A continuación, el pregonero del pasado año, Manuel Rodríguez presentó a Salvador Fernández destacando su pasión por el Carnaval y su trayectoria como chirigotero.
Y por fin, y como no podía ser de otra manera, Salvador Fernández apareció en el escenario y lo hizo cantando unas letras a la que el pregonero de este 2020 le guarda especial cariño, cuando en 2008 las cantó por primera vez con su familia carnavalera ataviados como bandoleros en su primer contacto con el Carnaval de Antequera, y disfraz que quiso ponerse para este día tan especial.
Emocionante tarde la que vivió Salvador Fernández quien quiso recordar su infancia y su traslado de Córdoba a Antequera con tan solo 5 años. “Desde chico siempre he vivido el carnaval como cualquier niño. En la guardería con los típicos disfraces que te ponen cuando eres un enano, o de niño, que me disfrazaba con mi primo Nacho y nos íbamos a corretear a la calle y a participar en el concurso cuando este se hacía en el patio del Ayuntamiento. O de joven con los amigos y las fiestas de disfraces”, explicó el pregonero.
Pero Fernández reconoció que su verdadera aventura con el Carnaval comenzó en 2007 a través de un grupo de amigos. “Me ofrecieron entrar en sus filas para cantar a nuestro pueblo las cosas queacontecían durante el año. Junto a mi amigo Miguel, nos hicieronunas durísimas pruebas para entrar. Nos hicieron pruebas de canto,de solfeo, de ritmo, de oído, hasta de gusto… (Había hasta quesaber distinguir entre la manzanilla y la cerveza y por supuesto,entre el jamón y la mortadela). Pero al final las pasé y me aceptaron”, recordó.
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El pregonero habló de su ‘adn carnavalero’ con el corazón divivido entre Córdoba y Antequera: “Me cuenta mi familia que lo tengo en la sangre mucho más de lo que yo creía, tanto por mi parte Antequerana como por mi parte Cordobesa. Por ejemplo, por mi parte antequerana, me cuenta mi abuela Juanita, que a sus 97 añitos tiene mejor memoria que cualquiera de sus hijas y está ahí sentada viendo a su ahijado, que su padre, mi bisabuelo Juan Quintana, era poeta y letrista en algunas murgas de principios del siglo pasado… Por mi parte cordobesa, también me cuenta mi tía Puri, que siendo mis abuelos jóvenes, cuando el todavía la estaba rondando, mi abuelo se disfrazó poniéndose un canasto con caramelos en los bajos y el muy tunante le llegaba a mi abuela diciendo ‘María mete la mano aquí y coge los dulces’ haciendo que ella se ruborizara. Al poco tiempo se hicieron novios y finalmente se casaron”.
Salvador volvió al tiempo presente y recordó sus primeras actuaciones con su agrupación y de cómo vivía todo el proceso de pintarse, disfrazarse… “como hace una familia a punto salir a la calle, haciendo que esos vínculos que se crearon meses atrás, se afianzarán y se hicieran eternos… ”, dijo.
Con añoranza y nostalgia recordó aquellos años: «Que buenos tipos se han presentado a lo largo de nuestra historia. Especiales fueron, este que llevo, el de mi primer año, “Con V de bandolero”, el de “las Manolas”, con esos vestidos hechos a medida, “los legionarios”, cuyo traje era el original de la Legión, “el de padres primerizos”, con esos bebes a cuestas todo el día, o “el de marujas” con sus balcones floreados y esas batas con las que no pasamos frío en todo el Carnaval o el de este año que es sin duda el más elaborado que hemos hecho. Solo puedo decir queserá deslumbrante. Así que… JO DE TE”.
https://www.youtube.com/watch?v=TemQCvm9NhY
Fernández continuó haciendo un repaso por todas aquellos momentos y experiencias entrañables recordando incluso hasta algunas letras que para sorpresa de todos los presentes hizo con sus amigos de la agrupación a los que se sumaron las chirigotas de ‘Los Niños’ y ‘Los Pocos’ quienes se dedicaron mutuamente entre todos unas letras que emocionaron al público presente en el Teatro Torcal.
Salvador recordó sus viajes a Cádiz, sus momentos con la familia: su madre, sus hermanas, su abuela, sus tías y sus tíos, sus primos y sus sobrinos. Vivencias de todo tipo con sus amigos, palabras de cariño a otros pregoneros de Carnaval como Juan Pinto, José Antonio del Pino, Javi España o Paco Peramos, el recuerdo de cuando en 2013 conoció a su pareja a través del Carnaval, “Lo que une el Carnaval que no lo separe el hombre”, dijo el pregonero.
En la recta final de su pregón Salvador quiso manifestar lo que para él significa el Carnaval: «Y es que, para mí, el carnaval es amistad, familia y unión. Es una fiesta llena de valores. Una fiesta donde todos podemos, y debemos, ponernos en la piel de cualquiera. Donde todos debemos, y podemos, sentirnos iguales, sin importar nuestro pensamiento o condición, que por desgracia, en esta sociedad, importan más de lo que quisiéramos”.
Además, recordó al gran letrista y añorado gaditano Juan Carlos Aragón con una de sus letras: “Con el dinero no se compra, ni esta vida, ni la otra. Hay muchos pobres con dinero, y el corazón en bancarrota. Yo, con el mar delante y la luz de la luna Ya tengo más diamantes, que la diosa fortuna. Yo, con el mar delante y mi costilla al lado. Con mis amigos, mi vino, mi pan y mi arte, ya estoy pagado”.
Salvador finalizó con agradecimientos y con el llamamiento: “Levantaos, poneros el disfraz, salid a la calle y sentiros una familia, la familia del Carnaval, mi familia. ¡Viva el Carnaval de Antequera! ¡Que empiece el Carnaval!”.
La tarde en el Teatro Torcal finalizó con la actuación de la ‘Chirigota de los Niños’ en la que unos ilusionados niños vestidos de Primera Comunión sorprendieron al público con el sabor gaditano de sus letras cargadas de ironía y acompañada de buena música con ‘Los que se estrenan’.