La vida está llena de historias para recordar y no olvidar como la de Socorro Molina Moreno, quien cumplió 100 años el domingo 3 de mayo en la Residencia de La Vega. Sin poder salir ni recibir la visita de sus dos hijas, cuatro nietos y dos bisnietos, recibió la sorpresa de una vídeollamada del presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, así como de su familia. Y sin esperarlo, aunque lo deseaba, sopló las velas junto a sus compañeros internos y el personal que son la extensión de su familia de sangre. Ésta es la historia de una mujer que vivió en el campo y que al enviudar muy joven, tuvo que sacar adelante a sus dos hijas y lo consiguió.
Socorro Molina Moreno nació el 3 de mayo de 1920 en Antequera. Se crió en el campo, ayudando a su familia en la vega antequerana. Se casó con Felipe Carrillo Luque y tuvieron dos hijas: Ángeles y Socorro. Con 51 años se quedó viuda y tuvo que sacar adelante a sus hijas con 14 y 11 años. Se trasladaron a vivir a la ciudad junto a su madre porque “no podíamos tirar del campo y nosotras dos con ella”, nos dice su hija Socorro.
Empezaron en calle Porterías y luego terminaron en Estudillo. En el año 2005, sin avisarnos, “entró en la residencia porque ella quiso y no quería que cargáramos con ella. Gracias a Dios, no tiene nada, su memoria muy bien, cansadilla porque son 100 años. La llamamos más de tres veces al día y vamos a verla siempre que podemos. Se estaba viniendo con nosotros y pasaba al menos el domingo; aunque hasta hace poco se quedaba el fin de semana, pero ahora le gusta más estar en su cuarto allí en La Vega”.
Se siente cómoda en la residencia porque “tiene su animador que le hace juegos, hace su gimnasia, sale y pasea por el campo, está distraída todo el día. Llama por teléfono a la familia, la familia la llama a ella. Y tiene el último regalo de sus bisnietos, Alejandro y Mateo; tras el de sus nietos: Almudena, Alberto, Jesús y Laura”.
Organizar un cumpleaños en plena pandemia
Llevaban tiempo pensando en la fiesta que le iban a hacer por su 100 aniversario, temían si la vida le iba a dejar celebrarlo, pero nunca imaginaban que los cumpliera sin su familia al lado. Pero vino el coronavirus y tuvieron que buscar una solución.“Nos hubiera gustado estar con ella, abrazarla, besarla, cantarle en persona, pero no pudo ser. Aunque al final, gracias a la Diputación Provincial, al menos hemos podido hacerlo por vídeollamada, que ya estábamos haciéndolo dos veces a la semana desde que no podemos ir a verla. Ella es muy presumida y le gusta que la llamen, pero no están mal allí y no lo está llevando mal porque están muy bien atendidos”.
La idea fue de encargarle una tarta, pero no era conveniente llevársela. “Llamamos a Panadería Santiago y se la llevaron el domingo por la mañana junto con el pan como todos los días hacen con la Residencia. Pensamos en hacerle también un vídeo la familia. Mi hijo lo montó con muchas fotos y vídeos felicitándola. Luego también le compramos una cadenita de oro con su inicial y un álbum de fotos encuadernado. La idea fue de llamar a la Policía por si se lo podía llevar y ellos dijeron que sí y ahí empezó la gran sorpresa…”.
Ella se mostró muy contenta y sorprendida, ya que creía que no le iban a hacer nada porque “no podíamos salir ni podíamos ir a verla, por lo que quedó sorprendida por ver la llamada, la llegada del coche de la Policía, la llamada nuestra, del presidente de la Diputación y la tarta que compartió con sus compañeros y personal del sitio, a quienes le agradecemos que le hayan dado el calor que nos hubiera gustado darle nosotros”, subraya su hija.
En su casa, añoran su presencia y sus guisos: “¡Lo que daríamos por sus guisos como el potaje, el puchero, el guisado de patas… como toda madre en la cocina, era muy buena”. Insisten en lo luchadora que es y que nunca se dio por vencida en la vida: “Ella lo pasó mal porque se quedó viuda muy joven y mi padre estaba en el campo, pero el seguro de autónomo no llevaba el número suficientes de años trabajados y a ella no le quedó ninguna pensión. Mi hermana con 14 años empezó a trabajar en la fábrica de productos de Aguilera de tortas en la calle el Sol. Yo estudiaba en el Instituto, tenía 11 años y al terminar, me puse a trabajar también”.
Al estar unos años trabajando una de las hijas en la residencia, “la semana antes de Navidad la llamaron a ella y ya fue cuando nos dijo que se iba. Ella decía que el día de mañana no quería darle quehacer a sus hijas y que siempre había sido muy independiente. Ella había echado su solicitud y ahí sigue…”.
Tras la sorpresa, ¿qué les dijo?: “Su preocupación era que no podíamos ir con las ganas que tiene de darnos un abrazo. Aunque les han hecho las pruebas a todos y nadie ha dado positivo, no sabemos cuándo vamos a poder darle el abrazo de cada día y el del día de su cumpleaños”. Habrá que esperar… a ver los abuelos de las residencias y a felicitarles por el Día del Padre, de la Madre y por sus cumpleaños, como el caso de Socorro… Siempre sale el sol.
Información básica para el coronavirus
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· Qué es el coronavirus: Virus que circulan entre animales, pero que algunos pueden afectar a los humanos, el nuevo se identificó en China a finales de 2019.
· Los síntomas: Fiebre, tos y sensación de falta de aire.
· Prevención: Lavar las manos frecuentemente. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Al toser, cubrir la boca con un pañuelo desechable o contra el brazo con el codo flexionado. Con síntomas respiratorios, evitar el contacto próximo con otras personas.
· Con síntomas: No acudir al Hospital, sino llamar a los teléfonos indicados: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
