El próximo miércoles 16 de Septiembre se concederá la Medalla de Oro de la Ciudad al Hospital Comarcal de Antequera, donde el Ayuntamiento reconocerá los 20 años de labor y más recientemente, su ímpetu y entrega ante la pandemia.
Entrevistamos tras su anuncio a su directora, Belén Jiménez Martínez (Antequera, 21 de marzo de 1969), quien en nombre de todo el personal sanitario, recogerá esta distinción que tendrá un fundido especial: el del oro y el del valor y coraje de ese grupo humano que lo ha dado todo en la primera gran batalla ante el COVID-19 y que está preparado para volver a una situación tan complicada como la que padecimos entre marzo y mayo.
Entre el anuncio del más alto reconocimiento, la vigilancia del desarrollo de la pandemia y las obras de acondicionamiento de la entrada a Urgencias, entrevistamos en nuestra Redacción a Belén Jiménez, directora-gerente del Hospital Comarcal, quien agradece la distinción y pide vivir con esperanza estos momentos y ser optimista ante la pandemia.
¿Cómo se enteró de la distinción, una de las primeras que se conocieron a propuesta del alcalde Manuel Barón?: “Recibí una llamada del Alcalde directamente a principios de mayo. Me dijo que se iba a proponer al Hospital para la Medalla de Oro. Yo estaba en una reunión y cuando vi la llamada pensé que debía ser algo muy importante y así fue. La verdad es que orgullosa por todo lo que representa, el esfuerzo y el trabajo que ha hecho el personal del Hospital y del Área Sanitaria”.
¿Esperaba ese motivo de la llamada?: “Yo lo había olvidado, estaba en otras cosas y para nada pensé que ése era el motivo”. Ante una situación tan complicada, ¿con quién lo pudo compartir?: “Con el equipo directivo y se adelantó algo en los medios. Lo hice por un refuerzo positivo porque era un momento duro, era el final de la fase dura de la pandemia y siempre viene bien algo así”.
Por el veinte aniversario formalmente, aunque se le suma el plus del esfuerzo de estos meses: “El veinte aniversario es digno de celebrarse en este hospital tan de ciudad y comarcal. Se celebran esos 20 años de la ubicación actual y es un motivo claro. Si a eso le sumamos todo el contexto de la pandemia, pues mucho más justificado”.
Aquí sentados con mascarilla, una imagen ya habitual que nos costará recordar. “Al principio era raro el que tenía mascarilla y ahora es justo al contrario, pero nos reconocemos por los gestos y la forma de nuestras expresiones”.
Si nos lo permite, ¿en qué momento estamos ahora de esta crisis sanitaria?: “Yo soy mucho de decir que hay que estar tranquilos; pero esa palabra no significa bajar la guardia, sino todo lo contrario. Ahora que hemos pasado la parte mala de la pandemia llegamos a la parte de la responsabilidad individual. Hay que estar tranquilos, ser responsables, hay que vivir, pero teniendo precaución, estar tranquilos, pero que no se nos olvide de lo que venimos. Muchas veces lo de tranquilidad hace que la gente se relaje y eso es lo que no nos podemos permitir”.
Mientras venga lo que sea… se está reformando la entrada de Urgencias: “En las crisis también hay que sacar oportunidades. Nuestra Urgencias al ser de una sola puerta generaba ese conflicto. Se trabajó muy bien y se organizó muy bien los circuitos, pero es verdad que hay falta de espacio. En el momento en que pasa la pandemia hay que mantener ese circuito de gente con síntomas compatible con coronavirus y sospechosos, pero además de las urgencias normales han vuelto a los números de antes”.
¿Cómo va a quedar entonces?: “Un circuito respiratorio y otro no respiratorio. Cuando pase nos quedaremos con ese espacio que tanta falta hace”. Con la idea que esté lista para septiembre: “La adaptación de los espacios del entorno exterior no estará acabada, pero el bloque respiratorio esperemos que sí”.
¿Toca esperar y la responsabilidad individual?: “Yo creo que es fundamental, mientras no exista la vacuna que es lo que te previene de verdad, está la responsabilidad individual. Que nos relacionemos de otra manera, mantener las distancias, usar mascarilla que es obligatoria porque no se puede garantizar en todo momento la distancia de seguridad, la higiene de manos… El problema es que la gente de a pie no está acostumbradas a esa higiene tan exhaustiva”.
El abrazo que no podría ser el 16-S
Conociendo la amistad con el Alcalde, será complicado el momento en el que le entregue la medalla, sin poder abrazarla. “¡A lo mejor entonces nos podremos abrazar…! Ya veremos, hay tiempo. No hay secreto en la unión personal que nos une. Que la ciudad de Antequera a la que él represente reconozca a los profesionales del Hospital, a los que yo represento, nos pone en un escenario muy emotivo”.
La medalla es para… “¡Los profesionales, eso está claro! Es de ellos, no mía. Yo los represento, pero el reconocimiento y la medalla es para ellos”. Tantos años reuniéndose para proponer a candidatos cuando fue teniente de alcalde, y este año le toca estar en el otro lado. “Lo pensé y tengo que decir que cuando me llamó formalmente el Alcalde, cuando ya se había aprobado, me emocioné más que la primera llamada”.
Seguimos en la pandemia
Tras tres meses para olvidar… ¿en qué situación nos encontramos ahora mismo?: “Realmente es continuidad de la pandemia. El coronavirus cero nunca ha habido. Cuando se supera esos picos de la fase aguda y llegamos de nuevo al valle sabemos que si hay unas pocas personas positivas de nuevo vuelve a dispararse el número. Estamos más preparados y tenemos más medios para controlarlo. Antes no es que no hubiera medios, pero y a nadie le gusta contarlo, porque el desconocimiento te hace ser crítico con algo que no es justo. Antes las PCR se hacían para discriminar en Urgencias, a quién podías mantener aislado, a la hora de hospitalizar a los pacientes, a usar equipos de aislamiento o no. Hubo un día que llegamos a medio centenar de sospechas. Yo entiendo que la gente en la calle se pone nerviosa, pero lo prioritario era atender a la gente que estaba aquí enfermas y que necesitaban nuestra ayuda”.
Es decir, antes las pruebas eran cuando ingresaban con síntomas graves, y ahora se hace ante la sospecha en el inicio del virus para paralizar el brote. “Ahora se usa para eso y si tienes un positivo el equipo de epidemiología rastrea a todas aquellas personas que han estado en contacto y se localizan a otros posibles positivos contagiados por el paciente cero o se localiza el propio paciente cero. Esos son los brotes que en el fondo creo que no han dejado de existir, pero ahora los detectamos y los localizamos”.
En sus años en el Ayuntamiento, promovía campañas desde Comercio o Turismo para reivindicar a Antequera como cabecera de Comarcal. Ahora, en el Hospital, es evidente que somos la madre de los pueblos: “La vocación comarcal de Antequera ha sido también en la Sanidad. Somos 19 municipios y aquí es donde se les da la asistencia. He tenido conversaciones permanentemente con alcaldes, concejales, agrupaciones, gente que donaba materiales…”.
Este 16 de Septiembre será una entrega distinta, ¿algún deseo para cómo le gustaría que fuera en 2021?: “Espero que en septiembre de 2021 estemos sin mascarilla. Por seguridad, por lo que hayamos avanzado y por todo lo que lleva esta situación: Turismo, Comercio… ser responsable no sólo por la Sanidad sino porque hay que seguir viviendo”.
Para terminar, ¿qué le dice a su tierra por esta distinción?: “¡No hay nada mejor que la palabra gracias! Con los profesionales con los que lo he compartido y la gente que me ha escrito me han felicitado porque al final yo los represento a todos y se personaliza en mí. Y a todos les contesto lo mismo que es un reconocimiento extraordinario a todos los profesionales del Hospital por el trabajo que han hecho. La Medalla de Oro reconoce una labor extraordinaria y nada más extraordinario nos ha pasado en esta época moderna que la pandemia y ahí han estado los profesionales”.
Ahí quedan las palabras de esperanza y agradecimiento de Belén Jiménez, de deseo que pronto las mascarillas sean un recuerdo para todos, una vez la vacuna y el tratamiento paralicen la pandemia. Mientras, llama a la responsabilidad personal con la precaución.