La lucha contra la marginación y exclusión social, ayudando a todo tipo de personas que, sin distinción alguna, dentro o fuera del territorio nacional, es el objetivo fundamental de la Fundación Prolibertas que en estas fechas se vuelve también muy necesaria para aquellas personas que viven lejos de su país de origen y de sus familias.
En la actualidad, la Fundación Prolibertas acoge en la Casa Juan de Mata a 14 personas y en la Casa Juan Gil a unas 8. En total, 22 personas con mucha incertidumbre en sus vidas a lo que ahora se une la crisis sanitaria que se está atravesando y que confían en que pronto pueda llegar una vacuna para continuar con la normalidad de su inclusión social.
El director general de la Fundación Prolibertas, Antonio Jiménez Fuentes, deja claro que desde la fundación trabajan con dos perfiles: “Uno son los inmigrantes, que son los que atendemos en la Casa Juan de Mata y otras son las personas que salen de prisión y que atendemos desde la Casa Juan Gil. La labor es la misma con unos que con otros, que es el trabajar por la inclusión e inserción social de estas personas. Les damos acogida porque ellos ahora mismo no tienen vivienda ni ninguna persona que responda por ellos”.
“Trabajamos con ellos, en el caso de los inmigrantes, el que puedan tener regularizada su situación, por otro lado todo el tema del idioma, la cultura, para que se vayan integrando en Antequera, en nuestra sociedad en España. Y la formación, donde algunos están estudiando ahora mismo la ESO o Bachiller y la formación laboral de cara a que puedan tener un trabajo”, añade.
Estas fechas son también especiales para la Fundación Prolibertas donde lo organizan todo para vivir una Navidad en familia: “Para ellos es especialmente emotivo porque están muy lejos de sus familias. Algunos aunque tengan la familia más cerca, el caso de los que salen de prisión, a veces los lazos están muy deteriorados. Prolibertas para ellos es su casa y su familia. Por un lado intentamos vivirlo como familia y por otro, intentamos acompañarlos en esa distancia que ellos sufren y viven cada día”.
En la Fundación Prolibertas realizan distintas actividades para ayudar a esa integración: “En estas fiestas hacemos en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes una comida especial como cualquier familia. Pero por otro lado, se intentan hacer salidas, actividades como el deporte, las marchas… en las que se relacionan con otra gente de Antequera… También realizamos una cena o merienda con los voluntarios donde les hacen su regalo de Reyes intentando parecernos en lo posible, lo que podía ser la celebración con sus familias”.
El coronavirus ha hecho que la situación se haya vuelto algo más difícil: “Está siendo complicada, pero gracias a Dios no hemos tenido ningún caso positivo en la casa y hemos podido mantener la actividad normal durante estos meses. Evidentemente las medidas de seguridad hay que extremarlas lo máximo posible, así como el trabajo de concienciación de cada uno”.
La presencia del voluntariado se ha reducido durante la pandemia: “Se ha hecho para evitar que pudieran haber contagios… Estamos inventando cosas para que los voluntarios puedan sentir cerca a los chicos y viceversa”.
Antonio Jiménez le pide a este 2021 que se acerca: “Creo que como todos que esta pandemia termine, que podamos volver a rehacer lazos, y poder ir viviendo mucho más unidos. Y respecto a la Fundación el que podamos mantener los recursos para poder seguir atendiendo a todas estas personas. Esta pandemia nos dejará secuelas y necesitaremos medios y personas para poder seguir haciendo nuestra labor”.
“Podemos salir de esto juntos. El gran mensaje que nos deja esta pandemia es que nos necesitamos unos a otros y que necesitamos cuidarnos mucho más unos a otros. Hay que pensar más en el conjunto, en lo bueno que podemos aportar a los demás que en lo individual. Si juntos trabajamos y nos cuidamos, seguro que vamos a salir de esto”, concluye.