Triduo cuaresmal en Jesús cargado de fe, respetar las restricciones y la esperanza puesta en octubre, mes en el que se confía en celebrar el aplazado 400 aniversario si la pandemia lo permite.
La Cofradía de “Arriba”, que preside Antonio Cabello, decidió adelantar la hora de las misas de las 20,30 a las 18,30 horas y no montar altares extraordinarios ante la situación que se vive por el virus.La presentación del Paño de la Verónica fue de los últimos actos que se pudieron celebrar en 2019 y ahora el Triduo es el primero en Cuaresma por parte de las cofradías de la tierra.
En su camarín, la Virgen del Socorro, con la saya burdeos y el manto, ambos bordados en oro por el médico José Rodríguez, que contó con la ayuda de devotos y que forma parte del patrimonio más reciente de la cofradía. En su altar, el Nazareno con su túnica “corta” bordada en oro sobre terciopelo morado, potencias y collar de filigrana de oro; y la Cruz de Jerusalén. El templo estaba como los días normales, esos en los que reciben las visitas anónimas, para rezar al Señor y a la Virgen, pero estando todos citados a la vez para celebrar la Eucaristía. Y con adorno floral especial en el presbiterio del templo.
El primer día la misa fue transmitida en directo por El Sol de Antequera para llegar a todos los hogares de devotos repartidos por el mundo. Presidida por el párroco Tomás Pérez, quien insistió en la Cuaresma y deseó que la pandemia se supere y que ojalá se puedan procesionar en octubre, fecha del aplazamiento de conmemoración de su 400 aniversario. El sacerdote pidió mirar a las imágenes y pedirles por el fin de la pandemia, para que ayuden a los que luchan y por los que se fueron; dedicando el primer día por los difuntos del columbario y por los hermanacos recientemente fallecidos: Antonio Melero y Francisco Díez.