El Conservatorio de Música de Antequera ‘Ana Cárdenas’ mantiene abierto hasta el 30 de abril el plazo de admisión de solicitudes de matrícula para el próximo curso 2022-2023, que acogerá a niños a partir de 8 años. Esta entidad musical educativa reglada de nuestra ciudad, ofrece la oportunidad para el próximo curso de aprender a tocar distintos instrumentos: piano, guitarra, clarinete, violonchelo, violín y viola.
Sobre la importancia que esta formación musical tiene para los niños nos habla Francisco Martínez Membrilla, que es el presidente de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del Conservatorio antequerano: “Lo mismo que la formación de cualquier persona debe incluir materias como matemáticas, lengua o idiomas, creo que la música es absolutamente necesaria para todos, y la que se recibe en los colegios es totalmente insuficiente, lo que deriva en otras carencias en otras facetas artísticas”.
“Está más que demostrado que la música es beneficiosa para todos, y de hecho creo que lamentablemente cada vez hay menos música buena en nuestro entorno, cada vez a gente canta menos y hay otras costumbres”, indica como un valor añadido.
La experiencia con sus hijos le convierte en una voz autorizada para hablarnos del Conservatorio. Es padre de María Martínez, chelista antequerana que inició sus estudios en este Conservatorio y que terminó hace 2 años en el Conservatorio Superior de Málaga, mientras que su hijo Javier hizo 6 años de violonchelo, y en la actualidad su hija Carmen estudia cuarto de piano y para el curso que viene añadirá el clarinete; además de ser alumna de la EMMA en las clases de Combo Jazz y de piano.
Sobre la misión del AMPA, relata que “tiene una doble función, en primer lugar la defensa de nuestros hijos como alumnos ante cualquier posible carencia que hubiese o cualquier falta ante la que tuviésemos que intervenir; y por otra parte la de colaborar en la promoción de actividades para completar la formación del propio Conservatorio, intentar llegar a donde ellos no pueden con propuestas diversas”.
Martínez nos señala una diferencia muy importante con cualquier otro tipo de centro educativo como son los colegios o los institutos, a pesar de ser igualmente una formación oficial reglada. “Hay que tener en cuenta que el Conservatorio no es obligatorio, y entonces tenemos que trabajar más la motivación del alumno, ya que lo que no queremos es que los alumnos sientan la obligación de estudiar música. Queremos que estudien música porque lo desean o lo necesitan, más allá de que luego terminen siendo músicos o no, ya que sabemos que el porcentaje de los que van a terminar muy pocos como profesionales”, puntualiza. “De cualquier modo, esta formación seguro que les va a servir para otras materias que están muy relacionadas como es el caso del aprendizaje de idiomas o las matemáticas, así como cualquier iniciativa artística”, apostilla.
Desde el AMPA del Conservatorio de Música de Antequera se han propuesto diferentes actividades complementarias y de difusión del centro. Aunque la pandemia ha supuesto un duro golpe en su actividad, “hemos organizado otras veces actos diversos como llevar los villancicos a la calle en Navidad, la promoción de conciertos, grabaciones de discos o colaborar para hacer campañas en los colegios”.
Para mantener estas iniciativas, desde la asociación solicitan que los padres y madres se involucren más, “ya que somos muy pocos, todos nos quejamos de que no tenemos tiempo, yo el primero, pero hay que buscarlo de donde sea porque esto repercute directamente en nuestros hijos, primero porque ven que tenemos interés en su educación musical, y segundo porque por poco que colaboremos con el Conservatorio repercute favorablemente en su propia rutina”.
En este sentido, Francisco Martínez valora muy positivamente la disposición del profesorado del centro. “Al ser un Conservatorio pequeño, hay muy buena relación entre padres y profesores, porque al final todos vamos buscando lo mismo: que los alumnos estén contentos y vivan el espíritu de compartir música”.
Mejoras en las instalaciones
Una vez que llegan los alumnos al centro, se encuentran con unas instalaciones en la que “es cierto que el Ayuntamiento ha hecho reformas y las ha mejorado bastante en los últimos años siguiendo las peticiones que les hemos trasladado los padres”.
Sin embargo, “todavía creemos que se podrían hacer algunas más, tenemos mucho margen de mejora, como un mayor aislamiento acústico entre las aulas, crear una recepción y un control de acceso y salidas de los niños para que ninguno se vaya a escapar, y después un espacio como salón de actos del que se pueda disponer libremente, ya que con el que se cuenta actualmente está compartido con otras actividades”. “El edificio en sí podría ser mucho mejor, se agradecen las reformas que se han hecho con la creación de cuatro nuevas aulas arriba, pero no deja de ser muy laberíntico”, añade.
Según el representante del AMPA, “entendemos que estamos hablando de un presupuesto significativo, y el objetivo final sería contar algún día con un edificio exclusivo y que fuese proyectado para eso fin”. Esa meta se ve mucho más lejos, aunque en cualquier caso dependería del Ayuntamiento de Antequera, ya que “existe una especie de regla no escrita por la que los edificios de los Conservatorios de los municipios pequeños son construidos y mantenidos” por los consistorios, a diferencia de las capitales donde es la Junta de Andalucía la que se encarga de ello.
La enseñanza que se ofrece en este centro público es gratuita, ya que sólo se paga la matrícula. Es un aspecto que le aleja de cualquier elitismo que se pudiera pensar desde el desconocimiento, “aunque también es cierto que el instrumento hay que comprarlo desde el primer momento, ya que el Conservatorio lamentablemente no puede contar con un servicio de préstamo, aunque también existe un mercado de segunda mano que hace que el desembolso inicial no sea demasiado elevado”.
Un aspecto que se ha abordado en los últimos plenos municipales es el de ampliar la formación que se ofrece en Antequera. “Ahora mismo, del segundo ciclo que corresponde al grado profesional, aquí se pueden desarrollar cuatro de los seis cursos”, lo que desde su experiencia con su hija le provoca a Martínez Membrilla “un sentimiento encontrado”. “Por una parte me encantaría que Antequera tuviera esos seis cursos, porque evitarían los desplazamientos que hemos sufrido tantos padres; pero por otro lado el ambiente que hay en un conservatorio grande como los dos que hay en Málaga es también muy favorecedor para esos estudios”.