Una mujer embarazada puede sufrir una patología denominada preeclampsia, que consiste en tener niveles muy altos de presión arterial. Aun hoy en día se desconoce cual es la causa o causas que producen la preeclampsia. No debemos de confundir la preeclampsia con la eclampsia, aunque sus nombres sean muy parecidos son patologías diferentes.
La eclampsia se produce cuando una mujer embarazada y que padece preeclampsia convulsiona y entra en coma. De igual manera, también se desconocen los factores que pueden llegar a producir la eclampsia, parece ser que podría existir cierta predisposición genética. Debemos de tener muy claro que no todas las mujeres embarazadas que tienen preeclampsia terminarán desarrollando una eclampsia. Al igual que ocurre con otras patologías, es muy importante la detección y el diagnóstico precoz de la eclampsia.
Los síntomas que produce una eclampsia son muy evidentes: convulsiones y pérdida de conocimiento. Poco antes de sufrir la eclampsia se pueden presentar otros síntomas que nos indiquen que se va a producir la eclampsia. Así por ejemplo se puede producir hinchazón de cara y manos, dolor de estómago, nauseas, vómitos, ansiedad, dolor de cabeza y visión borrosa o doble.
El diagnóstico se establece prácticamente con la sintomatología, aunque se complementa con análisis de sangre y orina. En la actualidad la única manera que existe de eliminar una eclampsia es que nazca el bebé. Hay que valorar cada caso en particular, según la semana de gestación y el estado de la embarazada y del feto, pero muy probablemente se tendrá que provocar el parto.
Esta medida es muy drástica, pero debemos de comprender que la eclampsia puede presentar complicaciones tan graves como problemas con la coagulación de la sangre, desprendimiento de la placenta, accidentes cerebro vasculares e incluso la muerte del feto o de la madre. Hoy para terminar agradezco las muestras de cariño y apoyo que recibo día tras día, endulzan mi lucha diaria.