Este viernes 15 de julio cerraba inicialmente Panadería-Confitería Rico. Lo hacía 38 años después que abriera sus puertas el 24 de agosto de 1984. El jueves salía publicado en Diario Sur y además de recibir respaldos, empezaron a llegarle ofertas de trabajadores que no llegó a encontrar con anterioridad y este viernes 22, anunciaba que reabrirá este martes 26 de julio.
Es un referente aportando el pan para casas y bares, dulces y bollos para los buenos momentos y su presencia en el menú navideño con los troncos y los roscones de reyes.
El motivo inicial del cierre era: “No hemos encontrado a panaderos, a personal cualificado, hemos estado siete meses buscando soluciones tras jubilarse dos de los tres que teníamos en plantilla y el tercero se ha marchado”, nos explicaba el martes Pepe Rico.
Esta panadería a principios de los 80 estaba cerrada, “era dueño Paco el de las papas fritas y me comprometí a hacer la obra a cambio de seis años de alquiler y mira todo lo que hemos vivido”.
Fue un gran éxito: “Se montaron colas tremendas por el pan y los bollos de aceite, la gente venía por ellos y nos decían que era el mejor pan de Antequera”.
Pepe Rico recuerda sus inicios: “Aprendí en la panadería de calle del Plato, tras tener que dejar el colegio a los 16 años. Desde el primer día, busqué lo mejor. La masa madre es el secreto para que salga un buen pan y así ha sido hasta el último día en el que preparábamos una media de 5.000 unidades”.
La clave para el buen pan para él es: “No ponerle aditivos, poca levadura y el secreto es la masa”. Tras el pan, vino la bollería “con el chocolate, las caracolas de crema, las palmeras, napolitanas caseras, no congeladas, todo lo he hecho a mano, artesanal”.
A su tienda central en calle Merecillas sumó la de la Avenida de la Legión. “He llegado a tener hasta quince trabajadores, entre panaderos, personas que atendían a la gente y repartidores”.
El horario ha cambiado con el paso de los años. “Antes había muchos panaderos y había que empezar a las 22,30 horas hasta que amanecía y mi mujer y yo atendíamos luego a la venta”.
Una pieza de pan de elabora “dependiendo de la fermentación que le des, nosotros optamos por muy poca, unas tres horas y media más o menos”.
Llegaron los supermercados, las gasolineras, “pero cuando vendes calidad, la gente sigue viniendo como nos ha demostrado hasta el último día. Además de comprarnos en nuestras tiendas, los hemos llevado a bares y tiendas, a los que agradecemos su confianza”.
La reapertura
El anuncio del cierre hizo disparar por un lado el respaldo a lo que exponía. “En España con el paso de los años se están perdiendo los oficios tradicionales. ¡No hay panaderos! Incluso probamos a cambiar el horario tradicional de madrugada a uno nuevo de 7 de la mañana hasta mediodía”.
Considera que los responsables políticos “buscan fomentar la ayuda antes que formar a los jóvenes. Creo que si se busca la formación, no hubiéramos cerrado como está pasando en muchas panaderías en España. Aquí se podía ganar unos 1.850 euros”.
Y este viernes 22 nos llamaba para decirnos que el anuncio del cierre le ha hecho llegar ofertas, entra las que ha contratado a dos panaderos con los que el martes volverá a abrir sus puertas.
