El central de Palma del Río es uno de los pilares del nuevo equipo que dirige Chispi con el objetivo de recuperar la pasión por el balonmano. Con 24 años es una de las promesas del balonmano de la zona.
Tras estudiar INEF (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte), prepara oposiciones y juega con el Alsur Antequera, equipo y ciudad que se corresponde mucho con lo que él ha crecido.
Desde los 9 años juega al Balonmano “por tradición familiar en Palma del Río y aquí sigo 15 años ya jugando”. En Palma del Río “es el deporte rey, igual que en Antequera, por lo que para mí supone lo mismo: lo más grande”.
Vino a Antequera por dos personas. “Lorenzo Ruiz, director deportivo, me llamó primero y luego Chispi, el entrenador. Son muy importantes y me enganchó el proyecto”.
Un proyecto que es…“Fusionar juventud y experiencia en un equipo que quiere asentar un nuevo proyecto a dos-tres años que quiere jugar para su afición y darle le mejor”.
Conocía el Fernando Argüelles: “Como jugador rival y como espectador. Al que le guste el balonmano por aquí cerca, Antequera es el referente y debes de venir”.
Se siente “muy cómodo porque el cuerpo técnico me transmite mucha confianza. Aquí venimos a competir por un puesto y cada uno da lo máximo para conseguirlo”.Pide confianza y esperar el momento: “El grupo poco a poco lo va a conseguir. Somos muchos nuevos y una liga muy exigente. Ojalá estemos más arriba, pero ahora toca trabajar. Vendrán los resultados pronto”.
Jugar en un pabellón que “impresiona cuando entras y lo ves lleno. La afición está muy cerca del campo y te transmite mucha presión. Se respira balonmano y es una de las ventajas de jugar aquí”.
¿Qué se siente en la primera línea? “Al final, tienes que jugar en cualquier sitio, sobre todo en mi caso de central. Busco lo mejor para mi juego y si no, buscar una alternativa”. ¿Y cuál es su misión?“El central es el reflejo del entrenador en la pista, tienes que organizar el juego, hacer mejor a los compañeros y buscar los errores del rival”.
¿Qué sueños tiene Alberto Ruiz? “A corto plazo, una buena temporada aquí, llegar lo más lejos posible tanto individual como colectivamente”. Y pensando un poco más allá: “Debutar y jugar varios años en la máxima categoría, en Asobal. Aunque prefiero estar en un equipo que yo esté bien y juegue bastantes minutos. a otro que no lo haga”.
Alberto, un jugador que promete, que tiene esa garra que la afición y el equipo clama. Su inicio es prometedor tanto dirigiendo como pidiendo el balón y consiguiendo esos goles que hacen falta para sumar puntos.