“Prehistorias de Mujeres” es el libro que está recorriendo el país en la maleta de Margarita Sánchez Romero, catedrática antequerana de Prehistoria que comparte sus años de investigación científica donde “hablo sobre las mujeres de hoy y cómo la Historia nos ha situado en lugares secundarios”.
Le entrevistamos ante su segunda edición donde destaca que no se puede seguir creyendo que las mujeres en la Prehistoria “se quedaban cuidando a la prole” por lo que nos expone “cómo eran realmente la maternidad y la educación de los hijos y en qué momento empezaron las mujeres a perder poder”.
“En el relato que se ha construido de las sociedades prehistóricas, las mujeres han ocupado un lugar secundario que la ciencia no se ha preocupado por entender y explicar en profundidad hasta ahora, cuando el feminismo reivindica el papel fundamental de las mujeres en la historia”.
Un libro que trata “de romper mitos, nos hace reflexionar sobre el origen de la desigualdad y destapa la contribución esencial de nuestras antepasadas más lejanas”. Es un ensayo de “veinte años de investigación que me apetecía escribirlo. No es para gente que sepa de Prehistoria, es para todo el mundo. Tiene muchas reflexiones por mi parte, ya que he intentado que sea un diálogo”.
Quiere compartir el origen de las civilizaciones y de las formas de vida porque hoy en día se está muy influenciado por lo que se estableció en el siglo XIX. “Estamos muy mediatizadas por lo que se dijo de nosotras cuando surge la Arqueología como disciplina científica. Los hombres de la elite son los que la hacen y transmiten lo que les preocupa a ellos: el poder, la influencia, la violencia…”.
Le preguntamos cuándo empezó entonces la desigualdad entre el hombre y la mujer, a lo que nos contesta: “En la sociedad que construyó los Dólmenes ya había desigualdades entre mujeres y hombres”.
En el Paleolítico eran igualitarias “donde todo el mundo hacía lo mismo sin diferencia. Cuando empieza el sedentarismo, alguien empieza a tener un poco más, tiene más poder y quiere seguir teniendo más. Y llega un momento en el que la desigualdad es abismal”, desde el Neolítico.
El siglo XIX como crónica de la desigualdad
La catedrática por la Universidad de Granada destaca que hoy “ante la ley, tenemos los mismos derechos, pero el problema radica cuando se aplica”. Es algo que corresponde ir superando y consolidando en la sociedad que supera lo que se instauró en el XIX.
Tras la Revolución Francesa a finales del XVIII, salen a la calle y piden los derechos del ciudadano con las sufragistas que pidieron el voto. “Las mujeres han estado luchando siempre”. Es cuando se pide votar porque quieren ser elegidas.
Por lo que su libro quiere desmitificar que la mujer sólo estaba al cuidado de la prole hoy y antes. “Uno de los hallazgos más interesantes de los últimos años, es el de esa mujer cazadora que aparece en un yacimiento peruano de hace 9.000 años. No hay ninguna duda que las mujeres cazaban”.
Otro gran paso hacia la igualdad es en el mundo académico. “En los años 80 en España es cuando muchas mujeres empiezan a integrar el feminismo en su ámbito académico. Deciden que sus disciplinas se pueden hacer de otra manera”.
Hoy en día aún están lejos donde en el mejor de los casos, una de cuatro catedráticos es mujer. Uno de los logros fueron las listas cremallera que “han ayudado mucho en la representación de la mujer, se ha ayudado a que se nos vea más”.
Falta mucho aún, “aunque soy muy optimista. Hay más concienciación, se habla de la igualdad de una manera más natural. Falta más en educación” y nos surge en la entrevista la polémica sobre los colegios mayores de Madrid. “Yo he estado en un colegio mayor y que a una chica le parezca bien lo que pasó, no lo comparto. Es una cuestión de respeto. Que se vea como algo simpático, me parece una falta de educación en valores e igualdad”.
Le exponemos las letras de algunos estilos musicales donde el hombre somete a la mujer. “No favorece en nada, aunque escuchaba estos días una pieza sobre el reguetón que estaba empezando a cambiar. Pero es cierto que esas letras sobre la hipersexualización de las mujeres no ayuda a avanzar”.
Considera que la Música es parte del día a día y “podemos intervenir y que haya elementos culturales tan potentes que se escucha, no nos ayuda porque repetimos ese estereotipo. Me quedo con la idea de las letras de chicas como denuncia social”, evidenciando que el “perreo” y algunas letras y bailes no favorecen a la igualdad.
Seguiremos de cerca la evolución y aportaciones como las del libro de Margarita Sánchez. Lo próximo, su presentación en Antequera este jueves a las 20 horas en la sede de la Real Academia.