Nos dejaba el pasado 24 de enero, doña Josefa Pérez Rodríguez, viuda que fue del recordado don Miguel Romero Moreno. Un matrimonio muy querido que nos dejaron su amor en forma de hijos: Antonio, Rafael, María del Rosario, Josefa, Manuel, Miguel Ángel y Carmen.
Pepa, como cariñosamente se la conocía, vivió en varios barrios, dejando sus raíces en el Portichuelo, a los pies de cuya Virgen descansan sus restos junto a los de su marido. Su pasión eran sus hijos, todo lo que fuera estar con ellos era su perdición. Buscaba educarles, enseñarles y que crecieran felices, sanos y buscaran un gran futuro para sus vidas.
Los hijos fueron creciendo y llegaron los nietos y hasta bisnietos, sus nuevas pasiones con quienes disfrutaba de poder ver cómo crecían y les contaba sus recuerdos de la niñez y del abuelo.
Pepa deja su recuerdo entre sus amigos y familiares. Ella siempre estará presente en cada gesto que ellos mantengan, haciendo lo que les gustaba hacer. Que tras este mayor dolor que están pasado, encuentren en ella el socorro para seguir caminando por la vida. Pepa descansa ya tras toda una vida entregada a su familia. Se nos va una madre buena, el mejor regalo que podemos tener en esta vida.