En la madrugada del ya Lunes Santo, hay un momento, una imagen, una oración que no deja dormir a los pollinicos en Antequera. En 2023, entre muchos instantes vividos con pasión estará la ‘Esperanza de María’ interpretada por la Agrupación Musical de Marbella a su paso por el convento de la Encarnación de calle Los Tintes.
Nos explicamos. La procesión llega a su fin. Paso por una calle estrecha, religiosa, donde centenares de monjas, de devotos, habrán caminado por ella desde siglos atrás. Pasaba del trono del Señor a su Entrada a la Jerusalén de Antequera y de repente… suena la ‘Esperanza de María’, esa marcha que surgió en pandemia y que emocionó a quienes estuvimos en calle de los Tintes.
Los hermanacos que mecen lentamente, sin que el Señor lo note, recordando esos malos momentos vividos años atrás, pero… al fondo, venía la Esperanza Pollinica, la Virgen de la Consolación y Esperanza. Tanto significa esta oración al escucharla, que el silencio de hizo de la calle ante unas aceras que presenciaban la llegada del cortejo pollinico. Era el regreso a casa, la de San Agustín, tras cuatro años muy complicados. La música, tu música, la oración hecha marcha cofrade…
Pero vamos al Domingo de Ramos en Antequera. Mucha ilusión por revivirlo, tras ese paréntesis de las mascarillas. Intensa mañana y la gente que admira el trabajo en el trono del Señor Orando en el Huerto de los Olivos. Fue la gran novedad, la reordenación y reinterpretación de la escena, para lo que se encargó a Juan Pablo Montesinos González, presidente del colectivo belenista ‘Noche de Paz’, que mejore la puesta en escena. Así, cuando vean el misterio, el ángel y el Señor estarán más unidos entre ambos, para lo que ambas figuras tomarán altura en un monte creado con las técnicas belenistas.
Por las calles, los niños preguntando a los padres dónde estaba la serpiente, los caracoles o la mariposa. Y las personas mayores preguntando si sabían cuántas monedas eran las que guardaba la bolsa sobre el olivo.
https://youtu.be/3zu531JZsRU
https://youtu.be/t_NUw6gi3kA
https://youtu.be/vQ5l-xr-0mo
La procesión del 2023
La Cofradía de la Pollinica procesiona a Jesús a su Entrada en Jerusalén, el Señor Orando en el Huerto de los Olivos y la Virgen de Consolación y Esperanza Coronada.
José Antonio León Cruz es le hermano mayor de la cofradía en cuyo cuerpo procesional destacan niños de hebreos con palmas, niños con túnicas blancas y capas rojas sin capirotes, túnicas blancas y capas verdes sin capirotes, niños de hermanacos y niñas con mantilla española.
La Agrupación Musical de Marbella (hay que firmar un contrato a largo plazo) lo bordó una nueva vez tras la Pollinica, dando sentimiento también al Señor Orando en el Huerto de los Olivos. Y tras la Virgen, la Banda de Música San Isidro Labrador de Churriana. Por cierto, increíble al regresar al templo con ‘Encarnación Coronada’ cantando los jóvenes en las aceras.
Nutrida presencia en las calles, con muchos jóvenes y turistas que llenaban el tramo renovado de calle Infante don Fernando. Vueltas y ofrendas en los Remedios, tras el paso por la tribuna en la fachada del Ayuntamiento. Tras San Luis, paso por calle Cantareros en busca de Madre de Dios.
Y Lucena, la bendita calle Lucena. Marbella pone el sentimiento con su música y los hermanacos que mecen como vienen soñando y van subiendo el calvario de su Jerusalén. Momento cumbre con «Oh, Pecador» y «A la Gloria». La cofradía sigue su estado de madurez, bebiendo de la ciudad y buscando la reforma total de los tronos.
Entrada imposible a calle Medidores y los devotos que reciben la brisa del paso de losa tronos que entran por Tintes y vuelta en Encarnación en busca de la iglesia colegial. Allí, en San Sebastián, parada ante la puerta de la iglesia mayor, oración y rumbo a San Agustín.
Primero llegan los dos Cristos, que aguardan a la Madre. Y el palio de la Virgen que llega meciéndose, para encontrarse con sus Hijos. Suena ‘Siempre de la Esperanza’ y los hermanacos que no pueden más tras el gran esfuerzo del día, pero cierran los ojos, piensan en lo que más quieren, en el por qué están allí y suben el hombro para hacer partícipe a las aceras del «encuentro» pollinico.
Al parar, una hermanaca que sube a un balcón para terminar la noche con una saeta. Era el broche de oro al soñado Domingo de Ramos de los pollinicos de San Agustín. Pronto ya los tres dentro, cada devoto, todo hermanaco, el directivo y el familiar, no tendrán que poner su mano en el corazón para sentir el momento más emocionante de la noche. ¿’Esperanza de María’?
https://youtu.be/vYHJZ8qYOo8
https://youtu.be/iSqI60qtUWg
https://youtu.be/-WDgQ5On9Sc
Las novedades
En lo que respecta al cuerpo procesional, se han arreglado las túnicas del trono del Señor en su Entrada a Jerusalén, agregándole dos hilos de oro simulando un agremán en la parte baja de las túnicas.
En cuanto a los tronos, el Señor a Su Entrada a Jerusalén estrenó la talla de ocho cartelas laterales. En el trono de la Virgen, la talla de la madera de los nudos y estreno de tulipas. Y en el Señor Orando en el Huerto de los Olivos, el nuevo trono en madera de cedro.
El proyecto del nuevo monte del Huerto era crear un paisaje sobre el trono para que “sea un elemento que complete, apoye y realce el pasaje evangélico”. Para ello ha estudiado “textos sagrados, reportajes del lugar de Getsemaní y otros documentos tanto escritos cómo gráficos”.
Lo primero que se hace fue “reubicar a las dos imágenes, acercando el ángel a la imagen de Jesús, además de elevarlas algo más de lo que anteriormente se encontraban,
logrando así una composición más cálida e íntima además de proporcionada”.
Que represente cuando San Marcos expone que tras la última Cena, Jesús se retiró al monte de los olivos junto a Pedro, Santiago y Juan. Allí, sintió una gran necesidad de orar.
Habrá en el lateral derecho trasero una zarza, de la que surge una rama de espino que avanza por dicho lateral, a través de una especie de gruta que simula el inframundo. Justo en el punto donde ésta coincide perpendicularmente con Jesús, se transforma en una serpiente».
«Este espino continúa delante del Hijo de Dios y es justo ante Él “donde adopta un forma circular que nos hace recordar la corona de espinas que, precisamente, es el pecado del hombre posa sobre su bendita sien y en el centro de esta, el Cáliz de la pasión”.