La labor que se le exige a la Prensa de decir la verdad, contra viento y marea, sean cuales sean las consecuencias, se vio palpable en el suplemento especial que publicó este periódico el 20 de mayo de 1919.
No había trigo en Málaga y se exigía que desde nuestra ciudad se llevara a la capital. Las heladas y la sequía que se sufrían entonces puso en voz de alarma a este periódico, que sin dudarlo, lanzó un suplemento para que se evitara algo que afectaría a toda la población –entonces 32.000 habitantes–. Se logró, no sin consecuencias para estas páginas, como se puede ver días después, pero se cumplió con el deber.